Suiza: se aprueba la ley de matrimonio igualitario luego de una larga lucha

Tras siete años de debates políticos y parlamentarios, la iniciativa llegó a las urnas del país.

Este domingo 26 en Suiza se celebró la aprobación del matrimonio igualitario. La medida fue aprobada mediante un plebiscito y respaldada por un 64% de los votos. Según datos de la consultora GFS Bern recogidos por la cadena pública SRF, dos de cada tres personas votaron por la afirmativa (La Nación, 26/09). De todos modos, las encuestas previas ya señalaban a una mayoría a favor de la legalización.

La medida fue apoyada por la mayoría de los partidos políticos e impulsada principalmente por el Partido Verde, que en el 2019 dio su salto siendo la revelación tras posicionarse como cuarta fuerza.

En la vereda de enfrente, oponiéndose a la aprobación de la ley, se encontraban principalmente, la Unión Democrática del Centro (UDC) conocida ya por sus medidas derechistas (por ejemplo en marzo de este año, fueron pioneros de la prohibición de la utilización del burka en mujeres impulsando, entre otras cosas, la xenofobia). A este partido de derecha lo acompañaban grupos religiosos. El “no” había recuperado terreno a medida que se acercaba la fecha de votación pero permanecía como una expresión minoritaria. Su campaña conservadora se basaba en la “mercantilización de los niños” argumentando falsamente que el matrimonio entre personas del mismo sexo dejaba relegado la figura de un padre.

Suiza despenalizó la homosexualidad en el año 1942, pero sin embargo las autoridades en complicidad con el Estado dispusieron de registros que incluían homosexuales, teniéndolos “marcados” sin que estos lo supieran. En 1990 se supo cuando la prensa sacó a la luz esta práctica sumamente reaccionaria.

Hasta ahora, Suiza reconocia la unión de dos personas del mismo sexo a través de las llamadas “alianzas registradas”, una medida aprobada en el año 2007 que garantizaba tener un apellido en común, estar protegidos en caso de cese de la manutención o recibir parte de la herencia o la pensión de su cónyuge. En cualquier caso, no se trata más que una medida maquillada, ya que se estima que las solicitudes para entrar a este tipo de “convenio” rondaban las 700 por año con trabas burocráticas de por medio.

Con la aplicación de esta ley, las parejas del mismo sexo casadas van a poder adoptar conjuntamente un niño, y en el caso de las mujeres podrán acceder a la donación de esperma, uno de los puntos que trajo más controversia ya que la donación de esperma anónimo está prohibido en el país.

Esta conquista no debe ser agradecida al parlamento suizo desde ya, por el contrario, es gracias a una lucha de años del colectivo LGBT+. Hay que tomar esta lucha y extenderla para seguir ganando derechos. La libertad no va a provenir de los Estados ni de los regímenes responsables de la barbarie sino de la organización a través de la lucha común de los trabajadores y  las trabajadoras del mundo.