Un balance de la reunión internacional

La quinta reunión internacional por la refundación de la IV Internacional fue, en varios aspectos, un salto cualitativo hacia adelante en relación a las anteriores reuniones, comenzadas en Génova en 1997.


Por primera vez, organizamos una discusión detallada de las perspectivas de la IV Internacional hoy y de la situación mundial. Discutimos alrededor de dos documentos sobre las líneas generales de la crisis económica y política del capitalismo mundial, de la restauración en Rusia y de los acontecimientos recientes de la lucha de clases, tanto en los países metropolitanos, como la explosión de Seattle, así como las luchas en la periferia y en los ex estados obreros. Al mismo tiempo, esta discusión estuvo orientada, cada vez más, hacia un plan de acción.


A la reunión asistieron compañeros de 13 países. No sólo estuvieron presentes representantes de las organizaciones convocantes de la reunión, sino también de organizaciones que se están acercando o que se han adherido entre la cuarta reunión y ésta, como la Liga Marxista de Trabajadores de Turquía. Tuvimos la presencia en las discusiones de compañeros del Partido de los Comunistas de Rusia, regional Leningrado; y de los compañeros de Chile. Vinieron observadores de otros grupos, de Grecia por ejemplo, invitados por el EEK. Otras organizaciones, como el Partido de Liberación del Kurdistán (Rizgari) o el Comité por una República Unica y Laica en Palestina, no pudieron asistir sólo por razones materiales. El espectro de las organizaciones participantes fue más amplio que nunca.


La profundidad de la discu­sión fue mucho mayor; la clarifi­cación de las posiciones se ha realizado en un nivel totalmente nuevo. Se han discutido dos do­cumentos que tienen diferentes enfoques y métodos de enfoque sobre el desarrollo de la crisis y las conclusiones prácticas. El do­cumento apoyado por la mayoría está orientado, como señala su título, hacia un plan de acción por la refundación de la IV Interna­cional.


Esta quinta reunión internacional también se destaca por la amplitud de sus actividades. Hemos debatido desde la mañana hasta bien entrada la tarde y luego, cada noche, por cuatro horas o más, participamos en el Seminario Internacional sobre las perspectivas del marxismo en el siglo XXI. Se discutieron allí cuestiones políticas muy importantes en un muy elevado nivel teórico.


Planeamos realizar en el próximo período una serie de actividades en diferentes países y continentes. En la región balcánica; en Rusia; en Praga, donde se realizará la próxima reunión del Banco Mundial; en Bolivia, cuyo reciente levantamiento popular fue un elemento central de nuestras discusiones; en Estados Unidos; en Europa Oriental. Queremos desarrollar un amplio programa de actividades en el próximo período para reclutar y ganar fuerzas por la refundación de la IV Internacional, y entonces marchar a un Congreso mundial, con delegados elegidos por los diferentes partidos y organizaciones, para refundar la Internacional. Esta es la orientación que hemos discutido.


En esta oportunidad, estuvimos más ligados, más interrelacionados con los cambios en la lucha de clases mundial e incluso en Argentina. Todos los participantes tuvimos la oportunidad de participar en la gran manifestación del 31 de mayo contra el FMI. Fue una experiencia única para nosotros encabezar la columna del Partido Obrero en esta manifestación. Fue una manifestación del internacionalismo en la práctica; no sólo de palabra.


Con este espíritu, no sólo que­remos desarrollar discusiones o reuniones aquí o allá, sino desa­rrollar una intervención concreta en la lucha de clases mundial por la IV Internacional.


Podemos resumir en una palabra cuál ha sido la diferencia cualitativa de esta reunión internacional. En las reuniones anteriores pusimos el acento en la necesidad de marchar hacia la refundación inmediata de la IV Internacional. En esta reunión quedó en claro que la IV Internacional, como dijo Trotsky, no necesita ser proclamada; la IV Internacional existe y actúa. Tuvimos la primera experiencia de la IV Internacional refundada en acción. Esta es una de las conclusiones principales, sino la principal, de esta reunión.


En el período entre la cuarta y la quinta reunión, todas las fuerzas que luchan por la refundación de la IV Internacional intervinieron intensamente en la lucha de clases en sus países, e incluso más allá de sus fronteras. Por ejemplo, en Argentina tenemos por primera vez la banca le


gislativa ganada por el Partido Obrero, que muestra un cambio en la situación política; o nuestra intervención en la región balcánica, en Rusia e incluso en China. La amplia escala de nuestra intervención muestra que somos una fuerza viva y actuante.


En esta situación, esta es una conclusión política muy importante para nosotros. En esta situación de crisis, sólo hay dos orientaciones: el centroizquierdismo, es decir la colaboración de clases con el imperialismo y la contrarrevolución, contra la clase obrera; o la lucha por refundar la IV Internacional. Por este motivo es tan importante la lucha contra el centroizquierda y, en particular, contra los llamados trotskistas que integran estas coaliciones con la burguesía contra la clase obrera. Para nosotros, la independencia política de la clase obrera mundial es más que nunca el factor crucial para la solución socialista de la crisis mundial. Para eso tenemos que intervenir en la lucha de clases mundial, para refundar la IV Internacional.


La culminación de todo este trabajo fue el acto internacional en La Bombonerita. Fue maravilloso, incluso para los que participamos en esa experiencia única que fue el acto de Argentinos Juniors hace dos años. Notamos las diferencias. El número de asistentes fue mayor, lo que no sólo muestra el crecimiento del Partido Obrero y de su influencia, sino que también marca la radicalización del movimiento obrero, por la presencia en el acto de importantes sectores de éste y de la juventud en lucha. Fue, en un sentido, un acto de la juventud. Una compañera norteamericana me decía que en los actos de los llamados trotskistas o de otras fuerzas de izquierda en los países occidentales, sólo se ven canas; en La Bombonerita el factor predominante fue una juventud entusiasta, militante, con un espíritu revolucionario, dedicado a la causa de la revolución socialista y de la lucha por el Partido Obrero y la Internacional.


No fue sólo un gran acto del Partido Obrero. Fue un gran acto de la sección argentina de la IV Internacional. Esto fue muy claro. Todas las intervenciones fueron diferentes pero todas estuvieron internamente conectadas. Fue la IV Internacional en acción, explicando sus posiciones. Tenemos mucha confianza en que el plan de acción votado en Buenos Aires será llevado a la práctica.


Buenos Aires, 1° de junio.