Un Cromañón aéreo en Europa


Aunque las autoridades de Lufthansa y el gobierno de Merkel hacen esfuerzos desesperados por atribuir la caída del avión de Germanwings -su línea de bajo costo- a un acto demencial y suicida del copiloto, lo que empieza a revelarse son las condiciones de extrema precarización laboral en todos los sectores de la aviación comercial.


 


La semana previa al desastre de los Alpes, los pilotos de la misma compañía venían desarrollando paros en contra de la modificación del convenio que contempla una jubilación anticipada a los 55 años y que la patronal quiere elevar a 61. La exposición prolongada a las radiaciones solares, comprobadamente cancerígenas y el stress han sido determinantes en la conquista de este derecho para pilotos y tripulantes de cabina.


 


Junto a la ofensiva contra los pilotos en condición de jubilarse se desarrolla una destrucción de las condiciones salariales y laborales de los nuevos, que cobran cerca de 55.000 euros anuales contra los 250.000 de los pilotos bajo convenio.


 


Según el estudio elaborado por la Universidad de Gante con financiación de la Comisión Europea: “Un alarmante número de pilotos está trabajando sin relación directa con la aerolínea para la que pilotan, especialmente en el sector low cost” y advierte que esta situación representa un riesgo para la seguridad aérea.


 


El estudio, que fue presentado en la Comisión de Transportes del Parlamento Europeo, destaca un “dramático ascenso” de los autónomos y de los “falsos autónomos” que suelen ser contratados a través de intermediarios con el fin de que la empresa matriz esquive de alguna manera el pago de impuestos o las cotizaciones a la seguridad social: “Siete de cada diez pilotos contratados como autónomos trabajan para una compañía low cost como trabajadores por cuenta propia o con contratos, que no exigen ninguna remuneración y permiten tener a un piloto trabajando gratis, sobre todo si carece de experiencia” y sigue: “La precarización aumenta el riesgo de la inseguridad de esta industria”.


 


Hasta un 40% de los pilotos de entre 20 y 30 años están volando sin ser directamente empleados por su aerolínea, incluso “se dan casos en los que el piloto, para poder volar, sabe que necesita ganar experiencia y entonces paga a la propia aerolínea, produciéndose un subsidio en toda la regla” y concluye: “Los jóvenes pilotos padecen una presión desproporcionada”.


 


La tasa de muertos en accidentes aéreos aumentó considerablemente en 2014 respecto de años anteriores (Bureau of Aircraft Accident Archiv). La causa es que los desarrollos técnicos que favorecen la seguridad aérea son utilizados para reducir las dotaciones en todos los niveles. Ya no existe el mecánico de cabina y la automatización de procedimientos se utiliza para sobrecargar de tareas a pilotos y controladores aéreos.


 


Las líneas europeas se encuentran en el centro de esta crisis. A las quiebras masivas de principios de siglo siguió la reconversión a través de las “low cost”, que utilizan los sectores medios y bajos, en las que impera la más brutal precarización y son utilizadas para reciclar equipos que se encuentran al límite de su vida útil.