Un régimen ‘policíaco’

Luego de firmar el acuerdo de Hebrón, Arafat fue todo gentilezas con los colonos sionistas, lo cual contrasta con las “crueldades” que practica contra su pueblo, según la definición de ex-militantes de Al Fatah y organismos de derechos humanos, que denuncian, además, el “potencial explosivo de las esperanzas defraudadas” en la ‘Autoridad Autónoma’ (La Nación, 11/12). Lo mismo acaba de denunciar el diputado Haidar Abdel Shafi, “célebre en Gaza y Cisjordania desde que en 1991 presidió la delegación palestina en la Conferencia de Madrid (quien junto a) … varios diputados de la Cámara Legislativa del Consejo Autonómico Palestino … acusaron al gobierno de Yasser Arafat de tomar decisiones cruciales sin la aprobación del Parlamento …‘Esta no es la Cámara Legislativa con la que soñaba el pueblo palestino’, enfatizó” (Clarín, 26/1).


El régimen de Arafat se ha transformado “en un clan corrupto”, dicen los activistas. “La crítica implica correr peligro” (La Nación, 11/12). Denuncian “un Estado policíaco”, “acusan a europeos y norteamericanos” porque los “fondos (que envían) financian los sueldos de la policía palestina, y por consiguiente, sus violaciones de los derechos humanos … el reino del terror … (hay) nueve servicios de seguridad con más de 80.000 hombres entre uniformados, agentes secretos y oficiales” (ídem).


A este régimen totalitario se ha incorporado como “ministro”, después de los ‘acuerdos’ de Hebrón, “Talal Seder, un dirigente (y jeque de Nablus) del grupo integrista Hamas”(Clarín, 26/1).


Según el relato de un profesor de Nablus, “ni aun los israelíes habían puesto nunca los pies en la Universidad” (La Nación, 11/12), “el pueblo se sentía cien veces más libre bajo la ocupación israelí” (ídem). Las autoridades de esta ciudad fueron acusadas hace poco de complicidad por el asesinato a manos de la policía palestina de un joven ‘héroe’ de la‘intifada’. La reacción popular fue tal que “el funeral se transformó en una prolongada y silenciosa manifestación de protesta contra el gobierno palestino. Setenta mil personas se hicieron presentes. Se arrojaron piedras contra el edificio de la administración” (ídem).