“Una Internacional piquetera, obrera y revolucionaria”

Desde mucho antes del Argentinazo, los trabajadores uruguayos estábamos impresionados con el movimiento piquetero. Un 19 y 20 del 2001, pero no en diciembre sino en julio, se fundó la Unión de Trabajadores Desocupados, que declaró, desde su origen, que quería constituir en Uruguay un movimiento piquetero, que luchaba por todas las reivindicaciones de ocupados y desocupados, que quería recuperar las fábricas y las tierras, que uniera a toda la clase obrera.


Para nosotros, la construcción de un movimiento piquetero tiene una importancia estratégica. Porque los piqueteros se han colocado como una referencia para la población oprimida; nosotros impulsamos lo mismo para que, ante el seguro fracaso del gobierno de la centroizquierda, que va a ser peor que el de Lula, exista una alternativa: los piqueteros uruguayos, ocupados y desocupados, que den la lucha por sus reivindicaciones, por el gobierno obrero y por la unidad socialista de América Latina.


Hay una falsa izquierda. Es una podredumbre. Un senador tupamaro, José Mujica, que antes reclamaba la estatización de las tierras y los bancos, ahora plantea mantener el impuesto sobre los salarios y las jubilaciones para pagar la deuda externa a los parásitos internacionales.


No les vamos a ceder un centímetro. Por eso, en el terreno electoral estamos luchando por un frente de trabajadores y la izquierda clasista, para plantar una bandera para el desarrollo de la lucha futura, para que los trabajadores que rompan con esa porquería centroizquierdista tengan un eje de referencia.


La IV Internacional que queremos es la de la Intifada palestina, la del levantamiento iraquí, la de la rebelión de El Alto, la del Argentinazo. Una Internacional piquetera, obrera y revolucionaria.