Natalia Reyes, de la asamblea de chilenos en Buenos Aires, trazó una contundente denuncia del régimen que el pueblo chileno ha desafiado en las calles en el acto del PO. “El aumento de la tarifa del metro –dijo- fue sólo la gota que rebalsó el vaso de años de opresión”.

Denunció la privatización educativa, el endeudamiento al que se ven sometidos los estudiantes para poder llevar a cabo sus estudios, y el derrumbe de los colegios públicos.

También hizo alusión al régimen privatista de las AFP. “Los jubilados, a pesar de haber trabajado y aportado toda su vida, reciben jubilaciones de miseria”, mientras los empresarios hacen negociados con esos ahorros.

También hizo un repaso por la privatización del sistema sanitario y la entrega de los recursos naturales al gran capital.

“Todo esto ha llevado a que el pueblo chileno estalle y se movilice”, dijo. A su vez, señaló que no se trata de una rebelión espontánea, sino que viene jalonada por los levantamientos estudiantiles de 2006 y otras movilizaciones.

Denunció la represión y la tortura por parte del gobierno de Sebastián Piñera y las fuerzas represivas.

Y se refirió a la tentativa de desvío institucional que implica el acuerdo nacional para la reforma constitucional. En tal sentido, criticó al Frente Amplio por sumarse a ese consenso político. “[El acuerdo] busca garantizar la continuidad de Piñera”, dijo.

Planteó continuar la lucha hasta echar a Piñera y una asamblea constituyente libre y soberana para reorganizar el país y “que acabe con este régimen de explotación y dominación del capital”.