Uruguay: Ganó el No Abierta crisis de régimen

El corresponsal de La Nación caracterizó de “triunfo agónico, pírrico —y todavía entre paréntesis” (10/12) el resultado del plebiscito en Uruguay, el domingo 8, a favor de la reforma constitucional.


Bien mirado, el plebiscito resultó una categórica derrota gubernamental y de todas las fuerzas ‘reformistas’: es que si a los 73.861 votos de diferencia que favorecen al ‘sí’, restamos los “37.336 votos en blanco (1,91%) y 28.781 anulados (1,48%) que suman en favor del ‘no’…” la diferencia se reduce a 7.744 votos. Y si consideramos, como corresponde, los casi 70.000 votos ‘observados’ (que debieran tomarse como votos ‘anulados’), hacen una diferencia neta a favor del ‘no’ de más de 60.000 votos.


La victoria del ‘no’ resalta aún más, porque no fue obtenida con un ‘desproporcionado’ margen exclusivamente en Montevideo, el distrito más importante y politizado del país, sino también por “la fuerte votación por el ‘no’ en departamentos donde la izquierda es débil” (La Nación se refiere así al FA, 11/12). En relación a Montevideo, habría que destacar lo contrario, en el sentido de que la ausencia de una victoria más categórica allí del ‘no’, prueba el esfuerzo de la‘izquierda’ (el FA y sus dirigentes Astori, Seregni, Arana) a favor del ‘sí’.


El voto por el ‘no’, como lo reconoció un editorial de Clarín, “se transformó en un termómetro de la opinión pública uruguaya, que parece haber votado por razones bien distintas a las de la materia en cuestión” (12/12). El rechazo a la ‘reforma política’ no es una ‘defensa’ del régimen anterior de la ley de lemas, sino un categórico rechazo a este régimen político basado en la ley de lemas, que pretende evitar su derrota electoral recurriendo en el futuro a la doble vuelta o balotaje.


El resultado del plebiscito confirma que la burguesía no puede seguir gobernando con el régimen actual.


A la luz de las grandes luchas estudiantiles del segundo semestre, y de la enorme oposición sindical que se manifestó en el reciente congreso del PIT-CNT, está planteado, en el Uruguay también, un extraordinario período de luchas políticas.