Uruguay: Huelga general, piquetes y acción de masas en la construcción

La huelga general de los obreros de la construcción del Uruguay (Sunca) ya ha cumplido 45 días y el apoyo de la población trabajadora a la huelga crece día a día. Sus reivindicaciones fundamentales son un aumento salarial inmediato del 50%, un mínimo de $ 3.000 (el costo de la canasta familiar) y el reajuste mensual por inflación.


Los “fogones”, centros de concentración de los huelguistas en cada zona, se han duplicado desde el comienzo del conflicto. Allí se agrupa el activismo que sostiene la huelga y confluyen trabajadores de otros gremios y estudiantes a colaborar con el fondo de huelga y las tareas de agitación. Desde los “fogones” salen diariamente los piquetes hacia las obras y hacia los “anexos” (canteras, ladrilleras, marmoleras, andamios tubulares), cuyos trabajadores están adheridos al Sunca pero tienen convenios diferentes al de los obreros de la construcción. Los piquetes llaman a los trabajadores de los “anexos” a parar con un programa común: “ 50% y $ 3.000 para todos”. En la mayoría de los “ anexos”, donde la burocracia del Sunca ya ha firmado acuerdos salariales sustancialmente inferiores, los trabajadores salieron a la huelga, incluso con la ocupación de la planta, como en Andamios Tubulares, hasta que la dirección del Sunca los obligó a levantar …


Los “fogones”  se han convertido en el verdadero motor de la huelga. La asamblea conjunta de los “ fogones” del Cerro y Santa Catalina, dos de las principales concentraciones obreras de Montevideo, por ejemplo, ha votado un programa para llevar la huelga a la victoria: “desde el Comité de Huelga y los fogones organizar asambleas en todos los anexos para plantearles su integración a la huelga bajo la plataforma votada en la asamblea general …; ocupar nuevas obras coordinando con los fogones …; se vota que en el Cerro se cortará el libre tránsito de camiones que transporten materiales de construcción. Este es un criterio general que debería ser tomado por el Sunca en Montevideo y el interior …; asamblea general inmediata del Sunca para caracterizar la nueva etapa y la para caracterizar la nueva etapa y la política para ganar la huelga… Garantizar la participación masiva con transporte y propaganda; los paros aislados no sirven, es necesario unir el torrente de lucha que ha surgido en un torrente común. Es necesario golpear ahora todos juntos. Por un plan de lucha de todo el movimiento obrero que prepare la huelga general” (Boletín de Huelga de “Lucha Obrera”, 5/7).


 


La patronal va por la rebaja salarial


 


Los obreros de la construcción ganan un salario que apenas cubre un tercio de la canasta familiar. En este cuadro de  miseria, en Uruguay se ha producido un “boom”  de la construcción de hoteles, shoppings y residencias que ha llevado al dueño de una de las principales constructoras, el arquitecto Weiss, a declarar que “la construcción vive su mejor momento desde el crack de 1981” (Estrategia, 29/6).


Pese al jolgorio de superbeneficios, la patronal esperó más de 40 días para presentar su “oferta”, con la obvia intención de que los trabajadores estuvieran suficientemente “ablandados” para aceptar cualquier cosa. La patronal “ofreció”  un convenio a dos años, sin ninguna recuperación salarial y con aumentos trimestrales durante el primer año de vigencia, de acuerdo a la “inflación prevista” (un promedio del 15%) y un “plus” por “productividad” (superexplotación).


 


La burocracia sindical y el Frente Amplio contra la huelga


 


La política de regimentación y aislamiento de la huelga seguida por la dirección del Sunca es verdaderamente brutal. En 45 días de huelga no hubo una sola asamblea general; luchó a brazo partido, aquí sí, contra los piquetes de los ”fogones” para mantener a los “anexos” fuera de la huelga; “prohibió” la concurrencia de los piquetes a empresas y asambleas de otros gremios a recabar la solidaridad activa de sus trabajadores con la huelga y hasta se negó a “reconocer” a los nuevos “fogones” que han surgido durante


el desarrollo de la huelga.


La burocracia del Pit-Cnt convocó a un paro general pasivo y dominguero de 24 horas. La función de este paro general fue bloquear la huelga del Sunca cuando comienzan a surgir conflictos por todos lados (metalúrgicos, gas, correos, aduana, enseñanza, ferroviarios, curtiembres, portuarios, pesca) y se registra una renovada lucha estudiantil (manifestación de 1.000 estudiantes en Montevideo por el presupuesto). La propia dirección del Pit-Cnt dejó en claro que su propósito era bloquear las luchas, no potenciarlas. “Este paro fue una válvula de presión para impedir hechos más graves” declaró Jorge Silvano, stalinista “renovado” y miembro del Ejecutivo del Pit-Cnt. Pero a pesar de las “precauciones”  de la burocracia, el “peligro” de que el paro fuera tomado por el activismo del Sunca y de otros gremios como un punto de apoyo para sus luchas llevó a todo un sector de la dirección del Pit-Cnt (la burocracia bancaria, la de Ancap y los gremios dirigidos por el PS) a votar directamente contra el paro dominguero y a sabotearlo abiertamente (Brecha, 25/6).


La política de la burocracia sindical frenteamplista contra la huelga está en “línea directa” con la resolución adoptada por unanimidad por el Frente Amplio respecto de la “política  salarial”: “ajustes salariales trimestrales por la inflación prevista hasta alcanzar la media canasta familiar en cuatro o cinco años … pero para esto el PBI debería aumentar el doble en cuatro años para poder hacer lo que nos planteamos” (La República, 23/6). La “política salarial” del FA se parece, como dos gotas de agua, a la “propuesta” de la patronal.


La huelga del Sunca ha pulverizado la pretensión de la burguesía, el gobierno y el FA de hacer pasar la rebaja salarial y ha puesto en primer plano no sólo una consigna de alcance nacional: “50% para todos y $ 3.000 de mínimo” sino también los medios para imponerla: huelga general, piquetes y acción de masas.