Venezuela: II Congreso de la Unión Nacional de Trabajadores

Derrota de la burocracia cooptada

En base a un informe de los compañeros de Opción Obrera, sección venezolana de la CRCI


Convocado inicialmente para marzo, el II Congreso de la UNT fue suspendido por la ausencia del sector encabezado por Máspero. El punto central de divergencia fue la fecha de la realización de las elecciones para la dirección de la UNT. La actual dirección no fue electa sino que surgió de un acuerdo entre diferentes tendencias sindicales.


 


La C-Cura planteaba la realización de las elecciones en el curso de este año, a fin de habilitar la discusión de los convenios colectivos, una disposición de la ley laboral. Actualmente, hay más de 250 contratos colectivos vencidos sólo en el sector público (entre ellos, los de la administración pública, los maestros y la salud). La burocracia planteaba la realización de las elecciones en 2007, después de las presidenciales, que tendrán lugar en diciembre. Su argumento era que la tarea del movimiento sindical era asegurar diez millones de votos para la reelección de Chávez. La discusión de los convenios, los salarios y las demás reivindicaciones debían subordinarse a la reelección: “Chávez primero”, era su consigna. En la “campaña por los diez millones, la C-Cura coincidía.


 


La cuestión de fondo era la posición del movimiento sindical frente al gobierno. La burocracia encabezada por Máspero es partidaria de convertir al movimiento sindical en un apéndice del Estado; para decirlo en sus propias palabras, “los trabajadores son la parte social del Estado” (Aporrea, 28/5). Los opositores defienden la “independencia política”, aunque apoyan la “campaña por los diez millones” y plantean “apoyar lo bueno y criticar lo malo”.


 


Los acuerdos que permitieron la realización del Congreso le dieron al sector de Máspero el control de los fondos para transporte y alojamiento de las delegaciones y de la mesa de acreditaciones. Pese a las maniobras en las acreditaciones y a jugar “de local” (el Congreso se realizó en el Círculo Militar), la burocracia no superó el 25% de los delegados. El alineamiento de los delegados es un reflejo de la creciente combatividad de la clase obrera por el salario, las condiciones de trabajo y el derecho a la sindicalización, tanto en el sector público como en el privado.


 


En la apertura, los discursos de Máspero y otros burócratas fueron interrumpidos por los delegados al grito de “elecciones ya”. Tuvo que intervenir Orlando Chirino, principal dirigente de la C-Cura, para que Máspero pudiera concluir su discurso.


 


Ante la evidencia de encontrarse en minoría, la burocracia de Máspero intentó romper el Congreso cuando sesionaban las comisiones. Una numerosa patota —al grito de “Chávez primero”— desbandó las comisiones. Volaron trompadas y sillas; el Congreso parecía hundirse. Ante la ausencia de los principales dirigentes de la C-Cura, un grupo de sindicalistas del Estado de Aragua —al grito de “elecciones ya”— dominó la situación y salvó el Congreso. Entonces, Máspero y sus acólitos se retiraron.


 


El Congreso votó un conjunto de resoluciones, entre ellas la realización de elecciones el 15 de diciembre. El “plan de lucha” aprobado no incluye la convocatoria a ninguna medida de lucha concreta; se trata, en la mayoría de los casos, de apelaciones al Estado y al gobierno para que interceda a favor de los trabajadores.