Venezuela, los paramilitares de Bush

El movimiento clasista “La Jornada” fija su posición en torno a los grupos paramilitares, que tanto el Pentágono y la CIA, con la complicidad de la oposición venezolana, pretenden imponer en el país.


Esta nueva vía que buscan utilizar para la salida de Chávez del gobierno, la han puesto en práctica en otros países de América Latina y del mundo y les ha dado buenos resultados. Vamos a citar algunos ejemplos. En Nicaragua, armaron la “contra” para combatir al gobierno sandinista; en El Salvador financiaron los escuadrones de la muerte; el caso más reciente fue el de Haití, donde con un grupo de mercenarios, desde la frontera de República Dominicana, planificaron el secuestro y el golpe de Estado al gobierno legítimamente constituido de Jean Bertrand Aristide. También estos asesinos de pueblos, invasores de países en nombre de la paz, de la democracia y la libertad, se han transformado en los policías y guardianes del mundo, pero todos sabemos que lo que se esconde detrás de esa gran farsa, son sus intereses económicos, el control político y militar que les permita seguir explotando a todos los pueblos del mundo. Es por todas estas razones en que no nos cabe la menor duda, que detrás de los paramilitares, están metidas las manos del imperio yanqui.


El silencio, la tergiversación, la negación de los hechos, son las tácticas de los conspiradores de la oposición. Después de haberse descubierto y desmontado los planes macabros que se pretendían lanzar en contra del pueblo venezolano, los medios de comunicación y sus dirigentes de oposición salieron a negar los hechos. Algunos generales golpistas y miembros de la mal llamada Coordinadora Democrática, plagaron las pantallas de los televisores con sus discursos antipatrióticos, diciendo que era una maniobra del gobierno para distraer la atención del referéndum; mayor descaro el de estos señores cuando uno de los detenidos manifestó públicamente que pertenecía a un grupo paramilitar. Traidores de la patria aquellos reporteros que con preguntas maliciosas intentan decir que a este grupo no se les incautó armamento alguno. Estos paramilitares tenían una misición específica, crear el caos, la desestabilización, asesinar venezolanos y venezolanas, sembrar la confusión; o sea preparar el terreno para una intervención, que les permitiera expulsar a Chávez y montar a un títere que se pusiera a la orden del gobierno norteamericano. Como pueden ver, a la oligarquía venezolana no le importan la sangre y las vida que el poder les pueda costar, al traer asesinos de otra nación. Esta nueva táctica fallida de la oposición venezolana merece el repudio del pueblo venezolano y del colombiano.


Sólo la organización y la movilización del pueblo venezolano podrá frenar las intenciones del gobierno norteamericano y de sus lacayos en Venezuela. La oposición venezolana ha recibido respuestas contundentes de parte del pueblo las veces que ha intentado pasar por encima de su voluntad. Al parecer esto no ha sido suficiente. Ya es hora de que el pueblo en la calle demuestre su poderío, constituyéndose en tribunales populares y les abran juicio a todos aquellos políticos, empresarios, reporteros, que permanentemente conspiran no solo contra la nación sino contra sus habitantes; cierren de inmediato todos aquellos canales de televisión, medios impresos y emisoras de radio que juegan al desequilibrio de la nación, frenen de inmediato el envío de petróleo a los Estados Unidos. Sólo el pueblo trabajador organizado con los estudiantes, los campesinos y las masas populares con la permanente movilización en las calles podrá frenar de una vez y para siempre las macabras intenciones que tienen los conspiradores venezolanos y sus socios del norte. También pedimos a los pueblos del mundo que han sido víctimas de los atropellos de las yanquis, que se solidaricen con el pueblo venezolano.


No al paramilitarismo en Venezuela.


Fuera las manos de los yanquis de nuestro país.


Cárcel para los conspiradores apátridas.