XI Congreso del EEK

Sección griega de la CRCI

En medio de un caos social, político y económico generalizado, impulsado por la caída de Grecia el epicentro de la bancarrota capitalista mundial en un default incontrolado, se realizó exitosamente en Atenas el XI Congreso del EEK (Partido Revolucionario de los Trabajadores) sección internacional de la Coordinadora por la Refundación de la Cuarta Internacional, entre los días 24 y 25 de septiembre.

En el Congreso participaron luchadores del EEK provenientes de los principales frentes formados durante la confrontación social entre la clase trabajadora, por un lado, y, por el otro, la rápidamente empobrecida pequeña burguesía, la gran burguesía griega, con su actual gobierno del Pasok y la troika formada por la UE, el BCE y el FMI.

Estuvieron presentes obreros industriales de las más grandes fábricas del país, como la productora de níquel Larco (una de las primeras en la lista de las privatizaciones solicitadas por la troika) y Aluminion Helias; trabajadores de los sindicatos del transporte público (subte, ómnibus, troles y tranvías) que luchan contra el despido de miles de compañeros del sector público, paralizando mediante huelgas continuas y coordinadas toda la vida social y económica de la capital, donde cerca de la mitad de la población del país vive y trabaja; también compañeros dirigentes de la lucha contra la destrucción del sistema nacional de salud, del sistema de salud mental y de los servicios de atención de adicción a las drogas; maestros y estudiantes que lucharon, a través de ocupaciones y manifestaciones, contra la destrucción de la educación pública impuesta por la nueva ley de educación impulsada por el FMI; luchadores dirigentes de las asambleas populares de la clase obrera y de los barrios populares; representantes del movimiento social “Nosotros no pagamos la crisis capitalista”, etc.

El Congreso comenzó con la lectura de los saludos y mensajes de solidaridad internacional enviados por los partidos hermanos de la CRCI: de Argentina el mensaje del Comité Central (CC) del Partido Obrero, firmada por Jorge Altamira; del CC del DIP (Partido revolucionario de los Trabajadores de Turquía); del CC del PCL, la sección italiana de la CRCI, firmada por Marco Ferrando y Franco Grisolía; también del Comité Ejecutivo del RPK (Partido Ruso de los Comunistas) y de marxistas independientes de Sudáfrica, India, Inglaterra y Estados Unidos.

La cuestión de la urgente necesidad de organizar a la vanguardia militante de la clase obrera internacional y de los oprimidos en la Cuarta Internacional, con un método y programa sobre una base principista revolucionaria, fue el tema central en el Congreso. Los delegados expresaron su incondicionalidad al internacionalismo, su profunda preocupación por los retrasos y obstáculos políticos en la lucha por la Refundación de la Cuarta Internacional, y su firme convicción de que la Internacional es nuestra tarea principal, contra cualquier adaptación a las presiones del entorno nacionalista y el centrismo.

La agenda del Congreso incluyó una presentación de “Las tesis del EEK”, perspectivas nacionales e internacionales, preparadas por el Comité Central saliente y presentadas por el secretario general Savas Michael Matsas, y debates sobre movimientos sociales y formas de auto-organización de las masas, sobre movimientos de los trabajadores y sindicales, sobre una nueva Constitución de Reglamentos del Partido. La última parte del Congreso fue dedicada a las tareas de organización y de finanzas, y la elección del nuevo CC.

Siguió una rica discusión sobre las Tesis (que finalmente fueron votadas unánimemente) y también sobre todos los ítems específicos: particularmente el movimiento de trabajadores, los movimientos sociales populares y las formas de auto-organización de masas, fueron debatidos por un número sin precedentes de oradores quienes también son activos participantes, en algunos casos, de dichos movimientos.

Quedó claro el crecimiento de una tendencia dentro del movimiento de los trabajadores a la independencia política de las burocracias sindicales (no sólo ligadas al Estado, a los partidos parlamentarios y los patrones, sino también a la izquierda oficial, los estalinistas del KKE y los reformistas del Syriza), quienes bloquean o estrangulan la lucha contra la troika UE/BCE/FMI, el gobierno, el Estado burgués y su brutal aparato represivo.

La llamada “Coordinadora de Sindicatos de Base” se transforma más y más en un campo común para un acercamiento entre el frente centrista Antarsya y los reformistas del Syriza, ligados a las burocracias sindicales de GSEE (Confederación de Sindicatos del sector privado) y Adedy (Federación Nacional de empleados públicos).

Desde el EEK, sin abandonar la lucha por una dirección revolucionaria en los sindicatos oficiales y continuando nuestra participación en una cantidad de sindicatos independientes clasistas, hemos lanzado la iniciativa de establecer “Centros de Lucha” independientes, que atraigan a luchadores y a oposiciones sindicales que están en agudo conflicto contra las burocracias, y que promueva un programa de acción sobre la base de un programa real de transición (no el programa de cambios graduales que se suceden de manera lineal, propuesto por Antarsya como “un programa de demandas transicionales”).

El programa del EEK por el inmediato rechazo de la deuda sin indemnización a los usureros internacionales, por la nacionalización de los bancos sin indemnización y bajo control obrero, para expulsar a la troika rompiendo definitivamente con la Unión Europea imperialista y con los dictados del FMI, derribar el gobierno del Pasok o cualquier otro gobierno burgués, por el poder de los trabajadores y por la Unidad Socialista de los Estados de Europa está ahora enfocado en los problemas sociales urgentes producidos por la catástrofe:

– Detener y declarar ilegal todo despido de trabajadores del sector público y privado; luchar drásticamente contra el desempleo masivo; por el reparto de las horas de trabajo.

– Restablecer e incrementar los salarios y pensiones de los trabajadores y campesinos pobres, destruidos ahora por las medidas impuestas por UE/FM; asegurar una vida decente y humana para el pueblo.

– Abolición de los impuestos – los viejos y los nuevos- que oprimen a la inmensa mayoría de la gente, la pequeña burguesía y los pobres de las ciudades. Todos los impuestos deben cargarse sobre los hombros de los magnates capitalistas. Confiscación de las propiedades escandalosamente amasadas por todos los políticos burgueses en grandes negociados (por ejemplo, en los escándalos de Siemens, del Monasterio de Vatopedio, armamento militar, etc.). La separación de la Iglesia del Estado, la confiscación de la inmensa riqueza y monasterios de la Iglesia y su distribución las masas pobres en el campo y las ciudades.

-Nacionalizar todas las empresas del Estado privatizadas, las fábricas que despiden trabajadores y cierran, todos los sectores estratégicos de la economía sin indemnización y bajo control y gestión obrera.

¡Expropiar a los expropiadores!

Para fomentar la pelea por este programa, así como toda lucha por reivindicaciones inmediatas que hoy sean urgentes, el XI Congreso del EEK expresa la disposición de nuestro partido para una acción común y un Frente Unido de la clase trabajadora con otras fuerzas dentro del movimiento obrero. La postura del Congreso es:

-Apertura a otras fuerzas de izquierda y clasistas para una acción común que fortalezca la independencia política de la clase obrera. Firmeza en nuestra orientación revolucionaria y delimitación política del reformismo, estalinismo y confusionismo centrista.

Como la clase dirigente está perdiendo control de la situación caótica, hay toda clase de escenarios para “un gobierno de salvación nacional”, o incluso por un “gobierno que incluya a la izquierda”, la posición de nuestro Congreso es clarísima: luchamos inflexiblemente para derrocar cualquier gobierno burgués de cualquier color político, incluyendo un gobierno colaboracionista de la centroizquierda que simule ser “una coalición nueva y popular en el poder más o menos de izquierda” (propuesto por Syriza). Rechazamos absolutamente también la posición del Antarsya, quien está proponiendo una postura opositora de “presión popular de las masas y de chantaje popular a una coalición de gobierno de “izquierda’ o centroizquierda, para obtener cambios radicales que abran el camino a una revolución anticapitalista” (¡!).

Para el EEK hay sólo una salida a la catástrofe: el camino revolucionario que conduce al derrocamiento de la burguesía, su gobierno, su Estado, por la Comuna, por la revolución perma-nente en Grecia, en la región, en Europa, por el socialismo y por una sociedad comunista mundial.

El XI Congreso ha decidido lanzar una campaña nacional bajo el lema “Hay una salida obrera y popular frente a la bancarrota y la catástrofe”, para popularizar esta consigna con actos públicos y debates en las principales ciudades del país, en las fábricas, ocupaciones, asambleas populares, etc.

27 de septiembre de 2011