Del 9 al 13 de mayo se realizaron las elecciones de consejeros estudiantiles del Iuna. La rectora, Liliana Demaio, las había demorado para enfrentar el impasse de su gestión. La lucha (‘estudiantazo’) arrancó tres nuevos edificios para la universidad.

La UJS promovió frentes de los luchadores, listas independientes de las autoridades y del gobierno en cada uno de los departamentos para frenar el recorte a las carreras a través de la acreditación de posgrados a la Coneau.

Las listas y frentes independientes se impusieron en Audiovisuales, Artes del Movimiento, Folklore, Formación Docente y Artes Visuales, obteniéndose cinco de los nueve consejeros superiores en juego. En el bastión de la rectora, Artes Dramáticas, la lista independiente logró la minoría en el consejo departamental.

Disputas de camarillas y derrota

El frente único de las gestiones de los distintos departamentos contra el movimiento estudiantil se quebró por las disputas de camarillas sobre el botín presupuestario: nuevos ingresos por los posgrados y otras formas de privatización. La rectora temía que un avance de La Cámpora en el consejo podía poner fin también a su propia camarilla. La postergación de las elecciones no resolvió nada, porque la camarilla de la rectora no pudo ganar consejeros más allá de su feudo (Dramáticas). Hizo un papelón con una lista improvisada en Artes del Movimiento, donde resultaron aplastados por la agrupación de lucha, el BUM, que es integrado por la UJS.
Los K más puros también pagaron costos: en Artes Visuales, donde se presentaron por separado la Juventud del PTS y un frente de agrupaciones independientes EAI (Rebelión y otras), los K no supieron aprovechar esta división. Acusaron al EAI de ser el PO. Ganó el EAI.

En Audiovisuales, La Cámpora recibió su golpe de gracia. Tras haber conquistado el centro, el año pasado, por el mínimo margen de 15 votos con una campaña macartista, esta vez la campaña de Rebelarte (agrupación que integra la UJS) clarificó su relación con la gestión y el gobierno, así como los proyectos que representan en el Iuna, minando incluso su propia base militante. Ganó por 11 votos con la restricción que significa la imposibilidad de votar de los ingresantes que la apoyan masivamente y demostró que salió fuerte de la derrota pasada, dispuesta a recuperar el centro.

Avance del movimiento estudiantil

El movimiento estudiantil del Iuna ha dado un gran paso al imponer la mayoría de consejeros independientes de su claustro en el Consejo y al rechazar las maniobras de distintas camarillas de la gestión. Este paso debe ser acompañado con una maduración política en el plano nacional. La conquista de la independencia del gobierno no puede traducirse en un abstencionismo ni mucho menos en un apoyo a variantes como Proyecto Sur, que de boca de su propio líder -ahora degradado a candidato a intendente- se pronunció contra las tomas de los estudiantes el año pasado. Sólo el Frente de Izquierda se presenta como un canal de expresión de la lucha contra los privatistas de la universidad. Llamamos al activismo del Iuna a dar una forma política superior a este triunfo formando comités de apoyo a este Frente.