Este viernes 04/09, la juventud del Partido Obrero encuentra la primera de varias paradas en el camino al Congreso Nacional de la UJS. Se conforma en un momento de quiebre para el conjunto de la juventud: el ataque hacia ella se profundiza. La precarización laboral ascendente en un cuadro de crisis social y económica, pasando por la campaña represiva que lleva adelante el gobierno nacional con los gobiernos provinciales, hasta la imposición de la virtualidad en todos los niveles educativos, son solo algunas de las temáticas que se van a poner sobre la mesa, con la intención de salir con baterías cargadas para enfrentar cada uno de estos ataques con una perspectiva socialista en conjunto con la clase obrera.

Educación: la primera parada

Si en algo ha sido determinante Alberto Fernández, fue en profundizar el ajuste en educación. El inicio de año con un presupuesto nacional votado en diciembre de 2018 (y hoy por hoy con una actualización muy por detrás de la galopante inflación de los últimos años) da cuenta de la orientación que se le quiere dar a este sector. Ajuste, precarización laboral y privatización parece ser la fórmula ganadora para el gobierno, siempre con el visto bueno del FMI.
Valiéndose de sus agrupaciones estudiantiles y centros de estudiantes, las gestiones universitarias han adoptado cada uno de los planes fondomonetaristas en torno a la
virtualización. Se impuso de manera desigual, aplicando un sálvese quien pueda y descargando la crisis sobre lxs estudiantes y docentes. Los resultados de la improvisación están a la vista, con la deserción estudiantil y la superexplotación laboral docente como las estrellitas doradas.

La situación se replica en los institutos de formación docente y los secundarios. Pero también vemos cuestiones particulares que van en la misma línea, como el nuevo intento de aplicación de la UniCABA en terciarios y la exclusión de cientos de postulantes a las Becas de la Ciudad. Larreta, por supuesto, acompaña el proceso que se desarrolla a nivel nacional.

En última instancia, hoy los gobiernos de todo tipo y color se alinean detrás de un mismo horizonte: el regreso a clases en medio del pico de contagios de coronavirus. La aplicación de “ciberescuelas” en la Ciudad de Buenos Aires, con la aprobación a nivel nacional, pretende exponer a quienes no cuentan con herramientas tecnológicas y transitaron todo el año académico excluidxs de la cursada virtual; lejos de ser tomado como una respuesta a las necesidades de la comunidad educativa, estudiantes y docentes han repudiado esta medida, mostrando los resultados que la flexibilización de la cuarentena tuvo en otros sectores.

Independencia política para hacerle frente al ataque educativo

En este marco, entender que rol cumple cada sector es fundamental. Y comprender que las agrupaciones estudiantiles asociadas a la burguesía no tienen nada que ofrecer a docentes y estudiantes excepto miseria, resulta casi valiente. Pero no suficiente: debemos luchar por la organización independiente del movimiento estudiantil, que ha demostrado que tiene con qué enfrentar el ajuste en educación, como lo hizo en la rebelión educativa de 2018 y en las luchas particulares que se desarrollaron luego. Llamamos al conjunto de la juventud a sumarse a esta pelea, tomando como primer punto de partida la charla que se desarrollará esta semana, en pos de tener un gran Congreso de la UJS que permita organizar la lucha por las reivindicaciones de la juventud y de la clase obrera.

 

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