Juventud

4/10/2012|1242

Ciudad de Buenos Aires: Más de 50 colegios tomados

Abajo la reforma educativa de Macri y los K

Cuando este nuevo número de Prensa Obrera salga a la calle, miles de estudiantes secundarios se estarán movilizando del Ministerio de Educación Nacional al Ministerio de Educación porteño en rechazo a la reforma educativa que pretende imponer el macrismo en los colegios secundarios de la Ciudad bajo el paraguas de la política de las leyes educativas del kirchnerismo. Los estudiantes, tienen ocupados más de 50 colegios hace ya dos semanas.


La reforma en cuestión plantea recortar el número de orientaciones en los bachilleratos, degradar el título técnico sobre la base de remplazar materias específicas (como Dibujo Técnico) por materias de tipo general (Música, Historia o Literatura) y eliminar la doble titulación otorgada por los colegios artísticos. Además, pretende incorporar “pasantías profesionailzantes” gratuitas de los estudiantes de colegios técnicos en distintas empresas como condición para finalizar los estudios. Es decir, pretende avanzar en el vaciamiento, la precarización y la privatización educativa impulsada desde los ’90 por todos los gobiernos sean estos “neoliberales” o “nacionales y populares”.


El Consejo Federal de Educación y el ministro Sileoni reclaman esta reforma curricular como única forma de que los títulos mantengan su validez. Reclaman que las currículas de la Ciudad se igualen con las existentes en todo el país. Si tenemos en cuenta que en todas las provincias del país (a excepción de la Capital y Neuquén) durante los ’90 se avanzó en un profundo vaciamiento (polimodal) de la mano de la Ley Federal de Educación y luego con la Ley Nacional de Educación (kirchnerista), dicha homologación apunta a vaciar la educación de la Ciudad, adaptándola a las reformas que ya se implementaron en el resto del país.


Vale aclarar además, que la validación nacional de los títulos la dictamina el Ministerio de Educación de la Nación. Es decir, que sólo se pierde la validez si el ministerio lo decide. Hasta el intento de aplicación de esta reforma, la Ciudad no había homologado sus currículas de acuerdo con las normativas existentes (LFE y LEN de por medio) y, sin embargo, sus títulos mantuvieron la validez nacional.


En este punto, las amenazas gubernamentales sobre la pérdida de la validez nacional de los títulos son producto de la extorsión del gobierno nacional para garantizar la aplicación de esta política vaciadora.


En momentos de una profunda crisis fiscal del gobierno nacional y del de la Ciudad, la reforma tiene por objetivo avanzar en un nuevo ajuste en la educación sobre la base del recorte de las horas de clase, el despido de docentes, el cierre de orientaciones e incluso el cierre de grados.


La dirección del movimiento (agrupación estudiantil OES), plantea la necesidad de la apertura de una mesa de diálogo entre el ministro de Educación porteño y las comunidades educativas de los colegios para replantear la reforma. Incluso, para obtener este diálogo reclaman la intervención del Consejo Federal de Educación y del ministro de Educación Nacional Sileoni, olvidando que la reforma que el macrismo impulsa en la Ciudad está respaldada en las leyes educativas del gobierno K y las resoluciones del Consejo Federal de Educación sobre su aplicación. En este sentido, el reclamo de un diálogo sin marcar la denuncia y la responsabilidad del gobierno nacional en esta reforma y sin aclarar los términos de ese diálogo termina siendo funcional a la política del kirchnerismo de pactar una reforma entre el macrismo, la burocracia de UTE y los directivos de los colegios.


La Cámpora en esta oportunidad se sumó a las ocupaciones de colegios porteños como una oportunidad para “pegarle a Macri”. Su intervención sin embargo, apunta a desarmar al movimiento para preparar el acuerdo con el macrismo que reclama el gobierno nacional. Por eso, pasada una semana de ocupaciones de colegios y sin haber obtenido ninguna respuesta del gobierno, los K propusieron “levantar las tomas y dar espacio al diálogo”. La Cámpora es consciente de que una lucha a fondo contra la reforma educativa de Macri requiere enfrentar la política educativa del gobierno kirchnerista.


La UJS-PO interviene en este movimiento, impulsando todas las tendencias a la lucha y en la perspectiva de desarrollar una alternativa política de la juventud y los trabajadores que ponga fin a la política antieducativa del gobierno y la oposición y reorganice la educación al servicio de los intereses del pueblo. Rechazamos la reforma de Macri y reclamamos la derogación de la Ley de Educación Nacional, la Ley de Educación Técnico Profesional y la Ley de Educación Artística del gobierno nacional. Denunciamos la extorsión del Consejo Federal de Educación y del ministro Sileoni que amenaza con dejar sin validez los títulos no acreditados a esta nueva reforma. Exigimos la validez nacional de todos los títulos de colegios secundarios sin ninguna acreditación vaciadora y priviatista. Rechazamos cualquier cierre de curso y recorte de horas. Por la nacionalización integral del sistema educativo y un congreso nacional educativo de representantes de base docentes y estudiantiles que reorganice la educación al servicio de los intereses del pueblo.