Juventud

10/6/2010|1132

COLEGIO PELLEGRINI

La destitución del FEL

Una farsa menos

Consejero por el claustro de graduados

El jueves pasado, asambleas masivas de los tres turnos del Pellegrini votaron por aplastante mayoría la destitución del FEL como conducción del Centro de Estudiantes (Cecap). El turno mañana -protagonista de las grandes luchas de los últimos años, y de las marchas al Rectorado, que históricamente apoyaba al FEL, votó la destitución por unanimidad.

Un final anunciado para una efímera aventura política

La destitución cierra un ciclo que tiene su punto de partida en la ruptura de este grupo con la UJS y la tradición histórica del FEL en el colegio. Como advertimos desde estas páginas, su acotadísimo triunfo en las elecciones del Cecap era un reflejo tardío del pasado. Pocos meses fueron necesarios para que los estudiantes del Pellegrini asimilaran el carácter de su viraje político. Su temprana adaptación al Consejo Resolutivo, un organismo que demostró ser impotente para resolver las reivindicaciones de los estudiantes, trató de ser disimulada con una verborragia desenfrenada. No obstante, no pudieron ocultar su responsabilidad en el retroceso del centro de estudiantes, que se evidenció en la incapacidad para enfrentar la privatización del bar estudiantil. En la última movilización de los secundarios, de la cual participaron más de 600 estudiantes de 20 colegios, el Pellegrini estuvo prácticamente ausente. Bajo la conducción de esta agrupación, el Cecap pasó de ser el gran impulsor de la organización de los secundarios a ganarse el rechazo del conjunto del activismo de la Cues.

Lo que desencadenó el proceso fue lo ocurrido en la última reunión del cuerpo de delegados. Frente a cuestionamientos de todo tipo, que denunciaban manipulaciones arbitrarias en los mandatos y un manejo delictivo de los fondos del Cecap, el FEL no tuvo más respuestas que amenazas y gritos, llegando incluso a las trompadas.

Como en la Cues, en los pocos colegios donde tienen militantes (siempre estudiantes que se quedaron libres del Pellegrini o del Buenos Aires) el rechazo a su política es total. Ya los habían expulsado de la Coordinadora “La dignidad no se privatiza” y algo similar puede ocurrir con el espacio que organizó el acto de izquierda por el Bicentenario, donde en lugar de utilizar la tribuna para denunciar al gobierno, se dedicaron a atacar a los organizadores, haciéndoles un inmenso favor a los escribas oficiales de Página/12.

Reorganizar el centro con una agenda de lucha

La Franja Morada intentó capitalizar la destitución, pero sus intervenciones fueron silbadas en todas las asambleas. De todos modos, está presente la posibilidad de que el repudio al FEL se transforme en una impugnación general a las acciones y métodos de lucha. Ya el kirchnerismo había aprovechado el retroceso de este grupo para conseguir que una asamblea adhiriera a la movilización en apoyo a la Ley de Medios que protagonizaron Yasky y Moyano.

La posición de EPA! y la UJS es que hay que reorganizar el centro sobre la base de una agenda y un programa de lucha que postule los reclamos del colegio. Los estudiantes del Pellegrini tienen grandes desafíos por delante, como enfrentar el recambio de autoridades que el Consejo Superior está preparando para las vacaciones de julio, de la mano de la implementación de un plan de flexibilización y regimentación del trabajador docente. Por otra parte, es imperioso sumar al colegio a las luchas del movimiento estudiantil secundario que se está levantado contra el hundimiento de la educación y los ajustes presupuestarios que los legisladores de Macri y los K dispusieron para la Capital.