Juventud

21/5/2015|1364

Congreso de la Fuba: por la derrota de las camarillas corruptas


Al cierre de esta edición, la Junta Representativa considerará la propuesta de convocar al Congreso ordinario de la Federación el próximo 29 de mayo, junto a una asamblea interfacultades para debatir y resoluver.


 


 


La universidad en el centro de la escena


 


A ritmo de un carpetazo por semana, las autoridades y el gobierno se revolean denuncias que ilustran el grado de descomposición al que llegó el régimen universitario (véase PO N° 1.362 y 1.363).


En la última sesión de Consejo Superior se vivió un verdadero escándalo. La mayoría estudiantil (UJS-PO y La Mella) presentó proyectos para suspender a los funcionarios involucrados en denuncias de corrupción -empezando por el secretario de Hacienda-, y formar una comisión investigadora independiente. La respuesta del grupo que controla el rectorado fue elocuente: rechazo de la investigación y autoamnistía -conducta típica de una camarilla que maneja millones de recursos propios sin control. La perorata de la “opo” contra Boudou, que debiera ser separado por similares motivos, se reveló como demagogia barata. César Albornoz, nuevo decano de Económicas tras la renuncia de José Luis Giusti, había anticipado el operativo de encubrimiento, pues “si hay alguna investigación, será del lado de la Justicia, no de la universidad” (La Nación, 15/5).


 


El papel de la pata estudiantil del rectorado de derechistas fue revelador. Nuevo Espacio-Franja Morada no sólo apoyó abiertamente a todos los funcionarios sino que, además, presentó un proyecto para que la UBA “deje de reconocer a la Fuba”. Se mostraron nuevamente como una corriente enemiga de la organización estudiantil, promoviendo su intervención por las autoridades que atacan la educación.


 


Mención aparte vale para el triste papel de los decanos de “Carta Abierta”: se abstuvieron y archivaron para otra ocasión cualquier confrontación con el rectorado de la derecha, avalando con su silencio los ataques a la Fuba y al movimiento de lucha. Finalmente, son cogestores de esta universidad: en ese mismo momento, los trabajadores no docentes de Sociales protagonizaban un paro contra los incumplimientos y ataques del decano K.


 


 


El lugar del Congreso


 


El Congreso de la Fuba es un escenario decisivo de disputa contra esta camarilla corrupta que tiene representantes en el movimiento estudiantil. A la vez, está íntimamente ligado con las reivindicaciones más sentidas de la masa universitaria. De un lado se encuentran los agentes de las camarillas ligadas al gran capital y los negociados; del otro, los estudiantes y trabajadores que luchamos contra el desguace del CBC, por la defensa de los contenidos, el salario y el presupuesto. Sin embargo, como ya hemos señalado en estas páginas, la pelea en curso excede los muros universitarios, pues está en juego inviabilizar cualquier progreso de la derecha. Los carpetazos, de hecho, ilustran una descomposición entre grupos que se preparan para recibir el favor de Scioli o Macri. La Fuba, por el contrario, debe ser un factor de lucha contra la política de estos capitanes del ajuste. Por eso, la UJS, agrupación con más representación de la izquierda entre los estudiantes, propone el desafío de reagrupar fuerzas para derrotar a la derecha y actuar como un bloque único frente al Congreso. La derecha, por su parte, confesó su propia debilidad: en la última declaración pública del autodenominado bloque “reformista”, los “pibes” del rectorado suman agrupaciones por un total de delegados que apenas supera la mitad de la actual conducción. Una lista más poderosa sería tejida a espaldas de los estudiantes, con acuerdos espurios. Las agrupaciones K, por otro lado, mantienen su vacilación; deben definir si contribuirán con la política de los pichones de Stiuso, o permitirán la derrota de la derecha en el Congreso.


 


Vamos por un Congreso de debate, organización y acción, que defienda y refuerce la unidad del movimiento estudiantil junto a los trabajadores.


 


Además de la elección de autoridades, la confluencia con el paro general y la movilización masiva de estudiantes el 3 de junio (#NiUnaMenos) serán tareas de primer orden.