Juventud

5/3/2015|1353

El curso central del campamento de la UJS


El reciente campamento de la UJS tuvo como eje central el curso de “Programas del movimiento obrero y socialista”.


La elaboración del curso fue el resultado de meses de trabajo colectivo donde más de una docena de compañeros intervinieron con críticas y aportes. Estos debates dieron lugar a las exposiciones de cada una de las tres clases que luego fueron discutidas en comisiones por los más de mil asistentes al campamento. No podría ser mayor el contrapunto con los cursos de formación de La Cámpora que ha tenido al mismísimo Pedraza como uno de sus “profesores”.


 


Encaramos estos debates entendiendo a los Programas no como un recetario o lista de reclamos, sino como una caracterización de una etapa histórica y sus tendencias y un esfuerzo por orientar a la clase obrera en su lucha por el poder.


 


En la primera clase debatimos, desde este punto de vista, el Manifiesto del Partido Comunista. Lo tomamos como el primer programa político de conjunto de la clase obrera, de la mano del análisis científico de Marx en el período de ascenso del capitalismo. No lo tomamos como la “biblia” de nuestro movimiento, sino como herramienta de lucha política de cara a las revoluciones de 1848.


 


Luego, discutimos la crítica de Marx al Programa de Gotha de 1875, como una crítica a los llamados “populismos” que reemplazan a la clase obrera como actor central de una transformación social por el “pueblo” o más bien por el “Estado del pueblo”. Se trata del planteo de las burguesías nacionalistas que buscan apoyo en los explotados y presentan a su movimiento como “popular”.


 


En tercer lugar abordamos el último gran programa del movimiento obrero internacional: el Programa de Transición de 1938 escrito por Trotsky. Luego de la traición y la bancarrota de sus grandes direcciones y partidos, ubicamos la lucha política y el método de la Cuarta Internacional en la pelea por un gobierno obrero. Estudiamos la vigencia de su premisa fundamental: la época de declinación histórica del capitalismo.


 


El recorte de la vasta experiencia histórica del movimiento obrero, expresado en estos tres programas, nos sirve para rescatar la lucha política y los debates más importantes a la luz de nuestros desafíos actuales. En un momento donde la delimitación política imperante carece de todo contenido programático y principista, y por lo tanto adquiere un carácter faccional, el estudio de la seriedad y la preocupación de los socialistas por la elaboración política nos arma de herramientas y de un método para estructurar una juventud unida a los trabajadores en su lucha por una alternativa política propia.