Juventud

9/4/2018

El debate hacia el Congreso Nacional de la UJS

XXV Congreso del PO

La Comisión de Juventud del XXV Congreso debatió acerca del creciente protagonismo del movimiento estudiantil y de la juventud en las grandes luchas contra el gobierno de Macri. Miles de jóvenes fueron parte de las jornadas de diciembre contra el saqueo previsional –con la FUBA y la UJS a la cabeza- y otros más tomaron la batuta de los cacerolazos que coparon la Ciudad el 18 durante la noche. Los estudiantes secundarios, que durante el año pasado ocuparon 30 colegios contra la “Secundaria del Futuro”, fueron fundamentales en la gestación de la movilización de masas del 8M y en la lucha por el aborto legal. Ante la amenaza de cierre de los profesorados de CABA, los terciarios se movilizaron de forma masiva –incluso entre Navidad y Año Nuevo- y volverán a hacerlo en estos días con asambleas, ocupaciones y marchas. El 24 de marzo una multitud salió a las calles denunciando la política de impunidad que impulsa el gobierno y su nueva “doctrina Chocobar” que se cobra la vida de jóvenes en las barriadas de todo el país.


La movilización de la juventud argentina entronca con un fenómeno mundial, con los estudiantes peruanos que denuncian la “ley del esclavo juvenil” que los obliga a trabajar tres años para empresas sin remuneración; más al norte, con el multitudinario levantamiento contra el armamentismo en Estados Unidos; del otro lado del océano, con los universitarios que ocupan sus facultades en París, Toulouse y Montepellier en sintonía con la huelga de los obreros ferroviarios e hicieron sobrevolar el fantasma del Mayo Francés.

El Congreso Nacional de la UJS, convocado para los días 11, 12 y 13 de mayo en Rosario, apunta a condensar estas experiencias de movilización y lucha, debatir sus desafíos y problemas y dotarlas de una orientación estratégica para llevarlas al triunfo.


  El desafío: derrotar una política contra la juventud


Los planes del macrismo para la juventud son muy claros. Con la excusa de que los jóvenes “nos estamos formando”, la reforma laboral nos tiene reservadas las peores condiciones de precarización y flexibilidad. El “Plan Maestro” implica un reformateo completo del sistema educativo para adecuarlo a esta política siguiendo los lineamientos de la OCDE. A la destrucción del quinto año y su reemplazo por trabajo gratuito, se añade ahora el cierre de profesorados para convertir a los maestros en “facilitadores”, que luego tendrán que penar por su “formación continua” en los posgrados arancelados de las universidades. El nombramiento al frente del consejo de rectores de Hugo Juri, el mentor del sistema de créditos que equipara las carreras a las privadas, es una señal de guerra a la universidad pública. Por si quedaba alguna duda, su designación fue acompañada por un recorte de 3 mil millones de pesos. A 100 años de la Reforma, el capital financiero disciplina a los rectores de América Latina para que inicien una contra-reforma al estilo del Plan Bologna que se impuso en Europa y EEUU.


La política represiva, que el año pasado implicó el ingreso de la policía a colegios y universidades, esta semana mostró su faceta más brutal con la golpiza a Facundo Agüero al borde de la muerte en Neuquén. La represión a la juventud es el complemento natural a los ataques a nuestras condiciones de trabajo y estudio. Desde esta perspectiva, la negación del derecho al aborto –y a la propia educación sexual- son poderosos instrumentos de disciplinamiento. La participación necesaria de los gobernadores y rectores “opositores” en estas medidas muestra que estamos ante una política de fondo de la clase capitalista.


El problema: superar la crisis de dirección


La movilización creciente de la juventud se cobró su primera víctima en la presidenta de la Federación Universitaria Argentina (FUA), Josefina Mendoza. Su voto a favor de la reforma previsional, como diputada de Cambiemos, detonó una fuerte crisis en Franja Morada. El intento de desarrollar una juventud pegada al macrismo tuvo que ser parcialmente abortado. Ese fue el hecho fundamental que motivó el adelantamiento del Congreso de la FUA, que sesionará unas horas después del Congreso de la UJS. Franja Morada buscará un camino alternativo, llevando a la FUA a un candidato de la fracción semi-oficialista/semi-opositora de Martín Lousteau y Emiliano Yacobitti. El papel de una FUA de este tipo repetiría el conocido libreto de los centros de estudiantes comandados por Nuevo Espacio en la UBA: un falso “apoliticismo” para encubrir el sometimiento a rectores y gobiernos a cambio de los jugosos negociados que alimentan una burocracia estudiantil.


En oposición a este derrotero, la Cepa, Patria Grande, el MPE y La Cámpora levantaron el planteo de conformar en Rosario un “frente Anti-Franja/Anti-Macri” que debería estar encabezado por la JUP (PJ) y el MNR (PS), que gobierna la provincia. El principal obstáculo para que se conforme este frente en la FUA es la propia crisis del PJ, cuyos líderes están volcados al colaboracionismo con el gobierno. En la reciente reunión del Consejo Interuniversitario Nacional (CIN), absolutamente todos los rectores votaron al radical Juri como presidente y un kirchnerista de la Universidad de Hurlingham, Jaime Perczyk, se ubicó como vice. La “pata izquierda” de este frente –Cepa, Patria Grande- acompañará esta semana a otro radical, Fernando Tauber, como rector de la Universidad de La Plata a cambio algunos cargos. Su proceso de integración al régimen universitario se mantiene incólume a pesar del apoyo de sus rectores aliados al Sistema de Reconocimiento Académico del macrismo. El 8M este frente en grado de tentativa mostró su cara clerical cuando saboteó el principal terreno de lucha de la juventud: la pelea por el derecho al aborto.       


A 100 años de la Reforma, unidad obrero estudiantil


La convocatoria al Congreso Nacional de la UJS busca superar estas alternativas en pugna ofreciendo a la juventud una orientación independiente. En lugar de los pactos con gobiernos, burócratas sindicales y rectores privatistas, la alianza con los trabajadores en lucha y sus organizaciones recuperadas y clasistas. A 100 años de la Reforma Universitaria y a 50 del Mayo Francés, llamamos a poner en pie la unidad obrero estudiantil como estrategia para la juventud en nuestro país y a escala mundial. La UJS le ha planteado al Frente de Izquierda el desafío de pelear por un bloque independiente en la FUA, que reúna a todas las agrupaciones que se reclaman independientes de los gobiernos y autoridades de turno. Es un planteo para separar a los estudiantes de sus verdugos y volcar toda su energía en la batalla contra las reformas laboral y educativa, por el aborto y educación sexual, en apoyo a los docentes y estudiantes terciarios en lucha.


Con esta orientación convocaremos a plenarios de la UJS en todas las regionales para preparar el viaje a Rosario. La organización socialista de la juventud se forjará en estas grandes peleas que tenemos por delante.