Juventud

3/8/2017

El macrismo busca avanzar en la intervención del secundario Mariano Acosta

Por una salida independiente del movimiento estudiantil.


Luego del cese administrativo que el gobierno macrista aplicó sobre la rectora Raquel Papalardo, del secundario Mariano Acosta, esta se presentó a trabajar tras el receso escolar por haber cobrado sus haberes de julio. Pronto el macrismo envió funcionarios del Ministerio de Educación para hacer pasar el cese de Papalardo, y al día miércoles 2 el vicerrector Daniel Altamiranda se presentó como el nuevo rector del colegio.


 


El macrismo sigue adelante con su perspectiva de intervenir el colegio para regimentar al movimiento estudiantil, porque prepara una ofensiva general sobre la escuela secundaria a través de una nueva reforma educativa. Dicha reforma, profundizando la Nueva Escuela Secundaria (NES), tiene como primer objetivo la degradación de los títulos, eliminando materias, orientaciones y reemplazando asignaturas específicas por áreas generales. En segundo lugar busca llevar a fondo la precarización de los docentes, que en buena parte van a ser reemplazados por “facilitadores” que no tienen calificación ni estarían amparados en el estatuto docente. Y por último plantea la eliminación en la práctica del quinto año, porque el 50% del año los estudiantes estarán trabajando en empresas en condiciones precarias.


 


Frente a este cuadro de ataque a la educación pública, las agrupaciones que dirigen e integran el centro, kirchneristas al igual que Papalardo, no pasaron la prueba en el choque contra el macrismo, ya que vienen levantando todas las medidas de lucha que fueron impulsadas por los estudiantes en las asambleas. No extrañaría que el kirchnerismo busque una salida pactada con el macrismo por la conducción del colegio. Se trata del mismo sector que acordó con el partido de gobierno la NES, que recortó materias y orientaciones, y profundizó la precarización docente. No representan una salida para el movimiento estudiantil.


 


Desde la UJS planteamos que hace falta una salida independiente del movimiento estudiantil, y desde la agrupación Vanguardia –que hemos conformado con otras agrupaciones y estudiantes independientes– llamamos a redoblar la lucha contra la intervención con la toma del colegio, con cortes de calle y apelando a la solidaridad de la organización estudiantil en su conjunto.


 


En oposición a la intervención del macrismo, reclamamos que Papalardo siga en funciones hasta el 31 de agosto, cuando se inicia su jubilación, y se proceda luego a una elección democrática de autoridades con la participación de los estudiantes. Unimos la lucha contra la intervención con los reclamos del colegio, contra la NES, el Plan Maestro y la reforma educativa que se viene, por el edificio anexo para el Acosta frente a la falta de aulas y por la defensa del Estatuto Docente.