Juventud

1/11/2007|1015

Elecciones en el Pellegrini: La iniciativa sigue siendo de los luchadores

UJS Pellegrini

La Nación y Clarín se apresuraron en el festejo de la derrota del FEL (PO e independientes) en las elecciones del Colegio Carlos Pellegrini. Habían tomado a las elecciones de este colegio como una batalla política estratégica entre el orden y lo que llaman “la revolución permanente”.


Aún así tuvieron que admitir que el resultado electoral en el Pelle había sido ajustado. Los 700 votos que obtuvo nuestra lista, el FEL, representan un aumento del 50% en comparación con el año pasado, a sólo 50 votos de la Lista 9 de los kichneristas de Libres del Sur, que obtuvieron 750. La Nación tuvo que informar que la principal agrupación del colegio seguía siendo el FEL, que reúne en sus filas a casi 100 estudiantes.


A la luz de esto, el festejo de nuestros adversarios es todavía prematuro. Es que a los datos arriba expuestos se debe agregar que el FEL ganó en los turnos de la mañana y de la tarde, los dos más activos en la lucha por la democratización, los que participaron activamente de las asambleas, las marchas al rectorado de la UBA y los abrazos al colegio. En el turno noche, que estuvo al margen del movimiento, nos pudo ganar la Lista 9, con una importante diferencia (captando una parte de los votos de la Franja).


La política del kirchnerismo


Como dijimos más arriba, la Lista 9, que nos ganó por escaso margen, responde al gobierno nacional, más precisamente a Libres del Sur. Pero como ya ha sucedido también en las recientes elecciones de la UBA, los kirchneristas juegan a las escondidas, ocultando en todo momento sus verdaderas intenciones. En el caso del Pelle, es cierto, en un primer momento intentaron dar batalla con las banderas desplegadas, pero luego decidieron arriarlas cuando vieron que el “pingüino” era piantavotos. Como parte de este dispositivo intervinieron las camarillas profesorales y de la burocracia sindical de Ctera, en apoyo a nuestros adversarios. Ctera (de la fracción de Yasky) que saboteó la lucha por la democratización, utilizó a los preceptores para hacer votar primero a las divisiones con más votos para la Lista 9; luego de que estas divisiones hubieran votado, hubo “una amenaza de bomba”. De esta forma, se impidió que una buena cantidad de estudiantes del turno tarde pudieran votar.


En estas circunstancias, la Lista 9 se vio obligada a defender de palabra el reclamo de democratización y su oposición tanto a Viegas como a Hallú. Su campaña contra la dirección del centro, o sea del FEL, pasaba por afirmar que nosotros “bajamos línea” mientras ellos, en cambio, “son una agrupación plural de tendencias” donde “hay militantes kirchneristas y antikirchneristas” pero que “eso no importa porque la base tiene que decidir y la conducción no tiene que bajar línea” y ellos solamente opinan como agrupación sobre “los temas del colegio”. Es decir que ocultaron su identidad política, lo que les ahorraba de la responsabilidad de fijar posición.


Este discurso les permitió cosechar votos en un espectro que participó activamente de la lucha. Pero, casualmente, tanto Infobae como La Nación se encargaron de destacar los dichos de un militante de la 9, luego de haber ganado el Centro: “Vamos a tener una postura de diálogo con todos. Coincidimos en hacer un consejo directivo para la escuela, pero para eso no hace falta una posición sectaria” (La Nación, 27/10).


Balance y perspectivas


El resultado electoral no zanja la disputa abierta en el Colegio. No salimos primeros, pero dimos un paso adelante. Nuestro reagrupamiento mayor se ha logrado de cara a una delimitación con el gobierno nacional. Las experiencias que deberán recorrer ahora los estudiantes del colegio serán más enriquecedoras.


Sobran evidencias para afirmar que el movimiento estudiantil del Pellegrini está dispuesto a profundizar esta lucha histórica. Los kirchneristas se verán enfrentados a numerosas contradicciones.


Desde el PO vamos a continuar dando una fuerte batalla para mantener en pie de lucha al movimiento por la democratización (estudiantes, docentes, no docentes, padres y graduados), contra la política del gobierno nacional y de cualquier variante de las camarillas, ya sean “progres” o “derechistas”, incluyendo aquellas que dicen ‘apoyarnos’ para luego llevarnos a la derrota.


La lucha recién empieza.