El 7 de junio se realizarán las elecciones estudiantiles en la Universidad Nacional de Córdoba. En simultáneo, más de 120 mil estudiantes elegirán las nuevas conducciones de los centros y consejos en 15 facultades, en el marco del fuerte ajuste propiciado por el gobierno nacional y provincial, y la huelga de la docencia universitaria de todo el país, que se extiende al movimiento estudiantil.

 

El nuevo oficialismo -Franja Morada, PRO y PJ- se abroquela para pasar la política de ajuste y privatización. Se busca completar la tarea emprendida por el kirchnerismo universitario durante sus nueve años de gobierno. El nuevo rector, Hugo Juri, ya anunció que impulsará el sistema de créditos (recorte de carreras y planta docente), el ciclo básico de dos años (mayor deserción) y una reforma política para que entren los capitalistas directamente al gobierno universitario. En su gabinete aparecen los personeros de Monsanto y del Hospital Italiano, entre otros.

 

El ajuste golpea fuerte en la propia universidad. La pobreza, el vaciamiento y la privatización, el sometimiento de la universidad a los intereses capitalistas y los negociados se descargan como un ataque sistemático en contra de las aspiraciones más sentidas del conjunto de los estudiantes.

 

Cuando la reforma de la LES estableció la ilegalidad de los cupos de ingreso, kirchneristas y radicales de la UNC se las ingeniaron para presentar un cupo más restrictivo. Se sufre la falta de docentes y el trabajo superprecarizado, así como también el déficit de aulas y establecimientos. El comedor universitario no da abasto y las becas son ínfimas.

 

Los desafíos

 

La huelga que los docentes universitarios y las masivas movilizaciones del 12 de mayo son una expresión clara de los desafíos que enfrenta el movimiento estudiantil de la UNC, el cual está llamado a intervenir activamente en la crisis capitalista, junto a los trabajadores. Pero Franja Morada y

La Bisagra -kirchnerista-, lejos de impulsar esta tarea, son los representantes de Macri, Cristina y Schiaretti y de las camarillas privatistas. La variable de establecer una corriente 'progresista' integrada al régimen de camarillas, ha fracasado completamente. En la última asamblea universitaria se quebró el Frente 20 de Diciembre cuando Sudestada (Patria Grande) se fue con el kirchnerismo.

 

La tarea del 7 de junio es reagrupar a las fuerzas de izquierda y combativas junto al activismo, y luchar para recuperar los centros de estudiantes que se encuentran paralizados por Franja Morada y La Bisagra, en primer lugar Filo y Psico. Para ello, es necesario conformar un frente único electoral con un programa de lucha. El frente único debe batallar por el voto, pero a la par es necesario llamar al estudiantado a participar activamente en la campaña y en la lucha.

 

Desde la UJS impulsamos la asamblea general por facultades, la instancia natural y democrática de organización de los estudiantes, e impulsamos la convocatoria de una asamblea interfacultades que vote un plan de lucha general contra el ajuste. Hacia el interior del frente único, la asamblea es el método que garantiza su desarrollo. Sin embargo, esta comprensión no es común en la izquierda, que prefiere el método de aparato y camarilla para establecer las alianzas electorales o impulsar el divisionismo. Ese método es utilizado por el PTS, que se esfuerza por separar a las fuerzas del Frente de Izquierda en la UNC, replicando aquí su seguidismo a los K.

 

Con la presentación de listas en trece facultades, la UJS se pone en la primera línea por establecer un frente de izquierda y del activismo en la Universidad de Córdoba, a la vez que participa activamente de la organización de la lucha contra el ajuste macrista. Llamamos a las fuerzas de izquierda a reagruparse en este sentido.