Juventud

6/10/2016|1431

Enorme victoria de la izquierda


Las elecciones siempre son un reflejo de la lucha de clases. Pero la mayoría de las veces, ese reflejo aparece distorsionado y los verdaderos intereses en juego aparecen camuflados detrás de slogans y campañas vacías. En las elecciones estudiantiles de la Fadu (Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo de la UBA) la lucha entre dos orientaciones sociales contrapuestas cobró una forma muy nítida.


 


Aunque se presentaron cinco listas, la pelea electoral se procesó entre 2. De un lado, la Lista 10 – Juntos, la alianza del PRO con Franja Morada y el decano kirchnerista de la Fadu (encabezada por los macristas); es decir, la expresión unificada del Estado y las camarillas capitalistas que controlan la facultad. Del otro, la Lista 5 – Estudiantes X el Cambio, frente encabezado por La Corriente-CR y la UJS-Partido Obrero al cual se sumó La Mella, Izquierda Socialista y más de 500 estudiantes que sumaron su candidatura.


 


El resultado electoral mostró los límites del marketing electoral a la Durán Barba, allí donde se procesa una experiencia de lucha. La campaña de “Juntos por la Fadu” apuntó a cerrar la grieta entre los estudiantes y las autoridades con el verso de que todos tenemos el “corazón en la Fadu”. Pero la experiencia recorrida este año por los estudiantes junto al Ceadig dejó clarísimo el antagonismo entre nuestros intereses y los del gobierno y las autoridades ajustadoras. Mientras el decano votó a favor del 0% de aumento, del arancelamiento de los estacionamientos e impulsa las reformas privatistas de las carreras, los estudiantes y docentes pusimos la Fadu de pie contra el ajuste. La conciencia de esta grieta es el mayor legado de 16 años de conducción de la izquierda.


 


Quien más militó la campaña de Juntos fue el propio decano de la facultad, que pasó personalmente por cursos durante toda la semana.  En la declaración que publica en su Facebook, se jacta de haber reunido al 98% que en las elecciones nacionales votaron por Scioli o Macri, y afirma que su adversario político es el Partido Obrero. Más allá de la trampa del 98% que es la suma de votos con objetivos opuestos, el decano reconoce el interés social común entre Macri, Scioli y él mismo. Enfrente suyo, identifica la lucha de los estudiantes con el PO.


 


El triunfo de la Lista 5 fue un golpe demoledor para el macrismo, para quién la Fadu era la gran apuesta de las elecciones universitarias, y para Franja Morada, que especulaba con que una derrota de la izquierda en Fadu sería un knock out contra la dirección de izquierda de la Fuba. Es también un revés al ajuste del gobierno, en la medida que refuerza la organización estudiantil. Así lo entendieron los 500 estudiantes que se sumaron a la lista 5, viendo en las elecciones una continuidad de la lucha educativa del primer cuatrimestre.


 


 


PTS: sectarismo irrecuperable


 


La política sectaria y abstencionista del PTS tocó un nuevo techo. En un cuadro extremo de polarización entre el movimiento estudiantil y las fuerzas del régimen, optó por presentar su propia lista, favoreciendo a la derecha. El PTS se excusa en la presencia de La Mella, que engendraría una adaptación al kirchnerismo. Pero la presencia de La Mella en el frente de conducción no llevó al centro de estudiantes a marchar con Agustín Rossi o reivindicar a Milagro Sala, como sí hizo el PTS, ni tampoco nos impidió denunciar con nombre y apellido a los funcionarios de la facultad involucrados en Sueños Compartidos, de quienes el PTS no dijo una palabra. Para ser justos, el PTS se colocó a la derecha de La Mella, que relegó su propia orientación y se sumó a la cola de nuestra lista para no cargar con la responsabilidad de un triunfo de la derecha. Finalmente, el PTS salió último con su peor performance en años y estuvo al borde de quedarse sin representación en el Ceadig y sin delegados a la Fuba. La historia no perdona el sectarismo.