Juventud

23/4/2018

Estudiantes y docentes, organizados por la conquista de una Ley ESI científica, laica y con perspectiva de género

Tribuna Docente

La lucha por los derechos de la mujer está calando hondo entre la juventud, en la cual se procesa una intensa movilización por el aborto legal, seguro y gratuito y el conjunto de las reivindicaciones. Las y los jóvenes están realizando un conjunto de actividades, desde pañuelazos hasta charlas y debates, incluso en los colegios confesionales en donde se los intenta bloquear.


“Aseguran que el debate del aborto también debe tratarse en las escuelas”, tituló Clarín (21/4) una nota que toma como punto de partida pañuelazo en la escuela media J. Córtazar -iniciativa de los docentes a la que se sumaron los estudiantes- y en donde se hace referencia al debate por la aplicación de la Educación Sexual Integral (ESI).


Allí Mercedes Miguel, secretaria de Innovación y Calidad Educativa del Ministerio de Educación de la Nación, manifiesta que la ESI “de ninguna manera debería ser un tema de buena voluntad. Es obligatorio. Detectamos que si bien hay una ley y existe el Programa, la ESI no tiene presencia en todas las escuelas en sus proyectos institucionales".


La declaración deja al desnudo el carácter mismo de la ley nacional y de su homóloga en CABA, en las que se establece que son los establecimientos educativos los que deben desarrollar “los contenidos mínimos en el marco de los valores de su ideario y/o proyecto educativo”. Esta formulación, que deja afuera el imprescindible carácter laico y científico de la educación sexual, fue la resultante de los acuerdos entre el clero y el gobierno kirchnerista, con la complicidad del macrismo. El problema no se limita al no desarrollo de la ESI en muchas escuelas, sino también a cómo son abordados los contenidos de la misma -tengamos en cuenta que medio millón de niños, niñas y adolescentes en Argentina son escolarizados en instituciones educativas confesionales y, en el interior, siete provincias promueven de manera directa la enseñanza religiosa en establecimientos de gestión estatal.


Junto a ello, el gobierno viene desarrollando un fuerte recorte al Programa Nacional de Educación Sexual: “en el primer año de gestión, cuando el ahora senador nacional Esteban Bullrich estaba al frente de la cartera educativa, la inversión se redujo en un 50,38 por ciento y pasó a 27.662.623 pesos en 2016. En 2017, se ejecutaron 43.211.136 pesos, un 22,5 por ciento menos” que en 2015 (Tiempo Argentino, 31/12)


Como dato de color, en la misma nota de Clarín, la ministra de Educación porteña Soledad Acuña agrega que “están los materiales, los contenidos, los docentes capacitados, pero los chicos sienten que no les están dando ESI”. Nada más alejado de la realidad que vivimos en las escuelas, donde la norma es la escasez de materiales didácticos y lineamientos institucionales que permitan poner en práctica la educación sexual, dejando solo al docente en esta tarea y su bajada a las aulas. A su vez, las y los docentes que abordan la educación sexual lo hacen sin ningún tipo de acompañamiento, debido al vaciamiento de los equipos escolares y la falta de profesionales que acompañen la tarea. Y es el mismo docente, además, el que debe hacerse cargo de su propia formación -un área donde también se procesa un ajuste, como muestra que más de la mitad de los 500 inscriptos al postítulo de ESI del Joaquín V. González quedaron sin vacantes por el ajuste de Larreta.


En este marco y como producto de una elaboración colectiva de estudiantes, docentes y mujeres en lucha, junto al equipo del legislador Gabriel Solano del Partido Obrero-Frente de Izquierda, se elaboró un proyecto complementario a la Ley de ESI porteña para garantizar su plena aplicación, contra el bloqueo del gobierno y la Iglesia Católica. Plantea la modificación de los primeros 3 capítulos de la Ley y, entre otras cosas, se posiciona por la completa eliminación del artículo 8 (el que deja la impartición de los contenidos al arbitrio del “ideario” de las escuelas), el establecimiento de la enseñanza de la educación sexual integral en forma científica, laica y con perspectiva de género, con un espacio propio (modalidad taller semanal) y la conformación de una comisión de elaboración, aplicación y seguimientos de la ley, integrada por el Ministerio de Educación, centros de estudiantes, docentes y representantes de organizaciones de mujeres en defensa de los derechos de las mismas y de la diversidad sexual y de género. A su vez, brega por la ampliación de los cargos de los Equipos de Orientación Escolar y otros equipos de profesionales y por el pase a planta de los docentes del postítulo ESI del JVG, junto a la demanda de la capacitación en servicio sobre ESI para la docencia.


Vamos por la conquista de una ESI laica, científica y con perspectiva de género, y por la aprobación del proyecto de Ley de aborto legal, seguro y gratuito. Para desarrollar esta lucha sin ataduras, es necesaria una lucha independiente de los partidos patronales por parte del estudiantado y la docencia.


 


Ley ESI

#EducaciónSexual Vamos por una Ley ESI científica, laica y con perspectiva de género


Posted by Gabriel Solano on Tuesday, April 24, 2018