Juventud

9/6/2005|903

Frente a la toma de escuelas: La receta de Ibarra y Perazza

El 16 de mayo —tres días antes de la generalizada toma de escuelas porteñas por parte de los estudiantes— la Secretaría de Educación envió a las 200 escuelas medias de la Ciudad un documento cuyo título ahorra palabras: “Instrucciones para los directivos de escuela ante situaciones de toma por los alumnos”.


El texto establece que “Los alumnos no pueden permanecer en la escuela sin la presencia de al menos un adulto, siendo ésta responsabilidad principal de la Dirección del Establecimiento”. Los funcionarios con máxima jerarquía en el área educativa de la Ciudad —y, lógicamente, autores del documento— pretenden desplazar las responsabilidades judiciales —y si se puede también las políticas— sobre los directivos de cada una de ellas. Como muchos directores habían anticipado públicamente que si la escuela era tomada fuera del horario escolar ellos no permanecerían en ese horario en el establecimiento, las autoridades de la Ciudad los autorizan a aplicar “la ley del gallinero”: el documento dice que “en caso de ser posible (la Dirección del Establecimiento), podrá delegar esta función (la responsabilidad principal) en un docente del establecimiento”, sobre el que recaería toda la responsabilidad civil y penal.


Con respecto a los estudiantes, el documento contiene una planilla en la cual los directivos deberán incluir a “los alumnos/as que participan de la medida” con los siguientes datos: “Apellido, nombre, DNI, curso, división, turno”.


Llamamos a los directores de las escuelas medias a rechazar la circular. Los docentes y alumnos debemos unirnos en la lucha por mejores condiciones de trabajo y de estudio para todos.