Juventud

8/10/2009|1103

Ganó el Frente de Trabajadores Docentes Universitarios

Con un programa de independencia política

Con una participación de 5.300 afiliados de las veinte asociaciones de base que componen la Conadu Histórica, el Frente de Trabajadores Docentes Universitarios –integrado por un desprendimiento combativo de la lista Verde, el Frente Gremial (PC, PL e independientes) y la Naranja (PO e independientes)– conquistó la representación mayoritaria de la Junta Ejecutiva: nueve secretarías sobre once, imponiéndose en doce universidades y con un “empate técnico” en Tucumán. Se trata de un triunfo que empalma con las recientes conquistas del movimiento estudiantil combativo en la universidad.

Fue un masivo pronunciamiento de la docencia universitaria por quienes desplegamos una campaña centrada en la consolidación de una federación independiente políticamente del gobierno, las patronales y las camarillas universitarias, con una clara delimitación de las direcciones de las centrales sindicales (en particular, la CTA de la que formamos parte), hoy aliadas más que nunca contra los trabajadores.

El Frente derrotó a la Lista Celeste y Blanca, encabezada por Velásquez –ex funcionario menemista de Misiones– y por José Luis Molina –director de Minería del gobierno pro-Alumbrera de Catamarca–, ambos representantes del sector de derecha en todo este proceso, que oficia de correa de transmisión de las políticas privatistas de mercantilización de la educación y son defensores a ultranza de los subsidios de las mineras a las universidades nacionales. La lista de Velázquez-Molina sacó los votos necesarios para integrar dos miembros a la directiva del sindicato, pero, en una maniobra rupturista, que ratifica su hostilidad a la organización independiente de los trabajadores, los retiraron del Congreso.

Nada sorprende de quienes, como conducción del gremio en Catamarca, convocaron a una patota para “proteger” las urnas e impidieron la presencia en el escrutinio de los fiscales naranjas y de un miembro de la Junta Electoral, que viajó ante las denuncias de presunción de fraude. Los motivos de semejante conducta, jamás vista en la Conadu Histórica, fueron sencillos: sobre un total exiguo de 163 votantes, 37 votaron a la Lista 3, lo que le daba la minoría a los representantes locales de la Naranja. El tema fue motivo de debate y denuncia política en el Congreso por parte de nuestra agrupación.

El Frente se impuso también a la lista 1, integrada básicamente por el PCR-MST, aliados desde la resolución 125 con la patronal agraria. Su campaña estuvo centrada en un confuso llamado a la unidad de la Conadu Histórica y la Conadu sobre la base de la disolución de la Conadu Histórica en una nueva federación ampliada… con los burócratas. El Frente, en cambio, ha llamado a las asociaciones combativas que todavía se mantienen en la federación burocrática a romper con su dirección cooptada por el gobierno –tal como planteó el programa de nuestro Frente y será parte de las tareas a asumir.

La nueva dirección es un reagrupamiento político, cuya consistencia será puesta a prueba en la próxima etapa. La inminencia del acuerdo de los K con el FMI llevará a un ajuste del magro presupuesto universitario. Desde las representaciones ganadas por la Agrupación Naranja en el Frente está claro el compromiso con un programa y un método que ya se está desarrollando entre los trabajadores de todo el país: por el salario, la estabilidad laboral y sus condiciones de trabajo, y en defensa de sus organizaciones independientes del Estado y las patronales.