El 28 abril culminÓ el proceso eleccionario de consejeros docentes, estudiantiles, graduados y no docentes en las trece facultades de la UNT, los cuales en los próximos días elegirán al nuevo rector. En el caso de las elecciones estudiantiles, en algunas facultades se procedió también a la elección de Centro.

Todo el proceso eleccionario estuvo polarizado entre dos camarillas: una, la que preside el actual rector Cerisola y la otra, la de la actual vicerrectora Pini de Hernández. La campaña electoral se caracterizó, más que en cualquier otra oportunidad, por un despliegue de aparato, compra de voluntades, aprietes y amenazas. Ambas camarillas se cruzaron fuertes denuncia que explican el renovado interés por el gobierno universitario y el control de una caja paralela al presupuesto compuesto por fondos provenientes de las mineras, la cual duplica el actual presupuesto.

Más del 90% de los consejeros se los llevaron ambas camarillas, con una relativa mayoría a manos del actual rector, quien impondría en la próxima “asamblea universitaria” su reelección.

Este hecho, de ninguna manera, disipa la división y el enfrentamiento de camarillas, pues varios decanatos fueron a manos de los candidatos promovidos por la vicerrectora. Y hay varios casos de denuncias penales cruzadas, que pueden terminar tumbando a algunos de los nuevos decanos. Más grave aún se puede presentar la situación si se profundiza la investigación impulsada en la Justicia Federal por una evasión por cifras varias veces millonarias, que involucra tanto a las mineras como al directorio del Ymad, al gobierno de la UNT y a los de las demás universidades nacionales.

La votación de la izquierda y los sectores autodenominados independientes retrocedió de conjunto. La UJS impulsó la formación de un bloque independiente de lucha. En Filo, Artes y Psico concretamos un frente con Libres del Sur en el escenario estudiantil. Se logró un promedio de votación importante.

La UJS se presentó en más facultades (Filo, Artes, Psico, Exactas, Derecho, Arquitectura y Económicas) que cualquier otra tendencia de izquierda o combativa. En el caso de Agronomía, fuimos proscriptos. Hicimos una campaña muy intensa denunciando los intereses que unen a las actuales camarillas con los pulpos mineros. En varias facultades impulsamos una suerte de plebiscito, que tuvo una activa participación en los casos de Filo, Psico y Económicas, pero eso no se vio reflejado en la votación pues en la elección de consejeros, el padrón sçolo representa a un tercio del estudiantado.

En el caso particular de Artes, ganamos la elección de graduados, lo que se explica por la reacción en defensa de las tradiciones y conquistas de anteriores generaciones de estudiantes que integraron la Lista de Delegados (UJS). A su vez, en esa facultad se presentó la única fórmula a decano independiente de las camarillas que denunció la asociación de la UNT con las mineras, con listas de candidatos en dos de los tres estamentos docentes, obteniendo resultados cercanos al 40%, pero que no alcanzaron para triunfar.

Desde la UJS, entramos en la nueva etapa como la primera referencia para el activismo combativo independiente de las camarillas agentes de las mineras contaminantes y de la política de privatización universitaria. También tenemos nuevos desafíos como son las cátedras del Bicentenarios en cinco facultades e innumerables iniciativas en el marco del Felco.