Juventud

30/5/2013|1270

Ingeniería: La UBA al servicio de las empresas

Presidente del Centro de Estudiantes de Ingeniería

Recientemente, la Facultad de Ingeniería de la UBA creó la Maestría en Ingeniería de materiales compuestos. En la fundamentación del nuevo postgrado se señala que a "un evento realizado en diciembre de 2011 han asistido gerentes de empresas tales como Invap, Techint, YPF, Conae, Conea, Tubhier, Socotherm, entre otras, indicando el interés que esta temática posee en las empresas".


Asistimos a la penetración profunda de las empresas en la educación, ellas son en definitiva las que diseñan planes que responden a sus necesidades. El pretexto de que la maestría "…se basa en la posibilidad de impartir o profundizar los conocimientos tecnológicos y científicos a los profesionales que están trabajando en empresas…" es la confesión de que los Techint y compañía se valdrán del presupuesto universitario y del arancel de los estudiantes para evadir su responsabilidad en la capacitación y formación de sus trabajadores ingenieros. La cantidad de posgrados en la facultad en los últimos años ha aumentado descomunalmente, y con la nueva maestría llegan a cuarenta y uno.


Mientras tanto, se siguen impulsando la Coneau y los quites de contenido en el grado. Así, mientras hablan de soberanía energética, los contenidos de petróleo en Ingeniería Química fueron pasados al posgrado pago. Hace unos años, Cristina Kirchner inauguró la carrera de Ingeniería Automotriz en la UTN Pacheco, diseñada exclusivamente para la planta contigua de Volkswagen. A fines del año pasado, se lanzó el Consejo Consultivo del Plan de Ingeniería 2012-2016 integrado por José de Mendiguren (UIA), Osvaldo Cornide (Came), Hugo Yasky y Alberto Sileoni para diseñar los lineamientos generales de los planes de estudio con el objetivo de "articular las necesidades del mercado de trabajo con la formación de profesionales de Ingeniería" (Página/12, 6/11).


Las autoridades de la facultad, kirchneristas, radicales y centroizquierdistas, votaron al unísono la nueva maestría. Las camarillas universitarias impulsan la política del gobierno, que coloca a la educación pública como una rueda de auxilio del gran capital. Nuestro planteo es que cese el quite de contenidos de las carreras de grado y que se establezca la gratuidad de todos los posgrados. Los planes de estudio deben ser discutidos democráticamente por estudiantes y docentes, y no organizados según las demandas de los capitalistas.


Exigimos pasantías formativas, remuneradas según el convenio vigente, lo contrario de las "prácticas" que otorgan mano de obra barata o gratuita a las empresas. Reclamamos la derogación de la Ley de Educación Superior y sus organismos -como la Coneau. Se trata, en definitiva, de defender la educación pública, y orientarla según los intereses de estudiantes y trabajadores