Juventud

23/7/2015|1373

La corrupción en la UBA

La UBA ocupa espacio en los medios por motivos lamentables. La corrupción toca a su plana mayor: el secretario de Hacienda, Emiliano Yacobitti. Antes cayó Giusti, decano de Económicas. Meses atrás, el vicerrector Richarte, hombre de la Side, corrió idéntico final.


El Consejo Superior,  sin más legitimidad


El Consejo Superior aún encubre a todos estos personajes. Los convenios de todo tipo con grandes empresas hacen girar montos millonarios, que nadie controla. En paralelo a un presupuesto que no alcanza, proliferó la generación de "recursos propios" -o sea la privatización de áreas enteras de la universidad pública. Los decanos trabajan de empresarios antes que de académicos, y se llevan por esta labor jugosos "dividendos" para ellos y su camarilla.


Mientras el Hospital de Clínicas se cae a pedazos, los funcionarios cuestionados lucraron con su vaciamiento. Tenemos una universidad de funcionarios ricos, docentes sin salario ("ad honorem") y crisis hospitalaria y edilicia. ¿Este es el gobierno "meritocrático" que defienden? Los escándalos vienen a confirmar, nuevamente, la justeza de las denuncias y reclamos que efectuaron sistemáticamente la Fuba, la AGD y la oposición antiburocrática no docente.


El gobierno


El gobierno K y sus agrupaciones, que acordaron durante más de una década con estas camarillas corruptas, pretenden valerse de la crisis de los "buenos muchachos" del Rectorado para copar la UBA. Omiten mencionar a Barbieri, que se fotografía con Scioli. Cínicamente, intentan ocultar que pactaron ininterrumpidamente con este rector, el anterior y sus funcionarios radicales y del PRO. ¿O acaso el decano camporista de Sociales no votó a Yacobitti? ¿O acaso el gobierno no cedió el Congreso Nacional tres veces para que voten a las autoridades de la UBA? Hace semanas, Nuevo Espacio y La Cámpora acordaron, nuevamente, el sabotaje al Congreso de la Fuba.


El operativo K de copamiento apunta a "la caja" -la Secretaría de Hacienda que dirige Yacobitti- y tiene en la mira a los deteriorados hospitales de la UBA. La mafia pejotista que maneja el Clínicas y la Facultad de Medicina inició una campaña por una gestión mixta (gobierno-UBA). En esta sintonía, los decanos kirchneristas presentaron en el último Consejo Superior un proyecto para auditar las cuentas del hospital, que dejaba la designación del auditor en manos de los actuales vaciadores.


Por un planteo independiente


Una parte de la dirección de la Fuba -La Mella-, en todos los episodios de la crisis buscó actuar en un terreno común con el gobierno. En el Superior, sus consejeros apoyaron la auditoría trucha de los decanos K, en lugar de una investigación independiente de las cuentas. La Mella afirma que Yacobitti es el "enemigo principal". Es una visión estrecha, de aparato. Es necesario ampliar la mirada y fijar posición frente al conjunto del régimen. Finalmente, la camarilla de Nuevo Espacio no es más que el emergente de una orientación privatista y ajustadora contra la UBA, que el gobierno K -y la clase capitalista a la que pretende representar- es el principal interesado en asegurar. Así lo atestigua la vigencia de la LES menemista y los pactos en curso con el Rectorado.


La Fuba, muy por el contrario, debe ratificar su oposición estratégica al conjunto de este régimen podrido, y su unidad con los docentes y no docentes que luchan. Es necesario redoblar la movilización por la separación inmediata de los funcionarios involucrados; por la formación de una comisión investigadora sin ligazón al poder de turno; por la apertura de las cuentas y el financiamiento único estatal; y por la realización de una nueva asamblea universitaria, que surja de elecciones libres, democráticas, sin discriminación de claustro y que pueda provocar un giro copernicano en el destino de la universidad. Esta es la plataforma que animará las listas de izquierda que la UJS postulará en las próximas elecciones universitarias en septiembre.