El 17 y 18 de marzo, la docencia universitaria realizará un paro de 48 horas por aumento salarial.

La dirección clasista de la AGD-UBA fijó que esa recomposición salarial fuera del 33% en blanco y sin cuotas, en línea con la inflación que proyecta el primer trimestre del año. La decisión fue respaldada en dos plenarios docentes de la UBA y luego la Conadu Histórica definió reclamar el 30%.

El planteo del 25% publicado en Clarín, corresponde a la Conadu Flamarique, y refleja su voluntad de adaptarse a los topes de Yasky, a las cuotas y tal vez a los “negros” que dominan la política de ajuste inflacionario de los salarios públicos por parte del gobierno kirchnerista.

El paro estaba decidido si no había propuesta salarial, y no la hubo.

La provocación del gobierno y del Consejo Interuniversitario Nacional (CIN) de no realizar oferta alguna ante la Mesa de Negociación el 9 de marzo empujó a las burocracias que dirigen la Conadu (que responde a la dirección de la CTA) y la Fagdut (Tecnológica) bajo presión de sus bases, a plegarse a las medidas convocadas por la Conadu Histórica. Así el 17 y 18 de marzo habrá un paro general de la docencia universitaria.

Sólo la Ctera y la moyanista Fedun no convocan, mostrando que su alineamiento con el pago de la deuda externa y los techos salariales los lleva directamente al carnereaje.

Al reclamo salarial se suma la lucha por la efectivización de los ad honorem, la efectivización de los miles de interinos (estabilidad), carrera docente, recuperación del nomenclador histórico y abolición del impuesto al salario (ganancias). AGD-UBA ha realizado importantes asambleas de ad honorem que suman su activismo a la lucha salarial por el 30%, y organiza junto a la Fuba una gran caravana el 17 en las calles céntricas de Buenos Aires. El paro temprano (no hay clases todavía en las universidades) será masivo.