Un acto en el salón “Néstor Kirchner” de la Universidad Nacional de La Plata fue el medio que usaron las agrupaciones K para anunciar la creación de una FUA “paralela”. En realidad, la federación parida en la oficina de Abal Medina cuenta con un número escuálido de centros estudiantiles. Los camporistas informaron haberse reunido con “2.000 estudiantes en todo el país” (La Nación, 22/9), pero no mencionan centros ni federaciones. Cuando repica el desempeño pobre del kirchnerismo en las elecciones universitarias de la UBA, el anuncio suena a un autocastigo. El nacionalismo pequeño burgués siempre reivindicó su derecho a una posición hegemónica en el estudiantado, pero en los ’70 la suplantación de la FUA por la Fulna se consiguió, si no a puro voto -porque contaba con el apoyo de las autoridades-, al menos con una mayoría muy fuerte. Ahora no existen ni las cenizas de aquello. Han renunciado a lo que la JUP no había renunciado: a ganar políticamente su lugar. Distinguimos a nuestros adversarios que luchan de los que son puro arribismo.

En el caso de la FUA, los kirchneristas agitan el argumento de que la conducción de Franja Morada es “burócratica”, pero esto es solamente un pretexto para hacer lo mismo en la Fuba, cuyos congresos boicotea en una frente ¡con Franja Morada! Después de todo, cogobiernan con los radicales la mayor parte de las universidades del país. Por eso es puro oportunismo que Franja Morada denuncie el “paralelismo” de La Cámpora.

Indudablemente, el anuncio de la FUA de La Cámpora va de la mano de otras iniciativas vinculadas al afán de regimentación de la juventud. La pelea política está abierta y la UJS se juega a fondo para que más y más jóvenes tomen conciencia de que la salida es por izquierda.