El jueves 9 se realizó la primera reunión de la junta ejecutiva de la Fuba, luego del congreso ordinario de abril. Asumieron sus cargos los copresidentes electos (UJS-PO y La Mella-Marea Popular), el vicepresidente (CRCR) y los 14 nuevos secretarios de la Federación (5 UJS-PO, 4 La Mella-MP, 2 K, 1 Cauce, 1 IS, 1 PTS).

A iniciativa de la UJS, la reunión comenzó con un debate sobre la situación política a partir de la corrida contra el peso. La intervención de La Mella-MP fue reveladora: según la copresidente de la Fuba, "no se puede decir que hay una crisis económica en Argentina", esto porque, a diferencia de lo que cree el común de los mortales, el gobierno de Cristina no tendría mayores dificultades para conducir el proceso económico. A renglón seguido, afirmó que el problema de la devaluación es "histórico" y se explica por características "estructurales" del país: un pase de magia para absolver de culpa y cargo al gobierno. En este punto, entre el análisis de La Mella-MP y el de los secretarios K no hubo contrapunto sino consonancia perfecta. Por nuestra parte, afirmamos que la alusión a problemas estructurales no podía ser utilizada para disimular la orientación social del sujeto política que gestiona el Estado. El kirchnerismo hace todo lo posible para rescatar a esa "estructura" económica, por ejemplo cuando pone al Banco Central a financiar la especulación contra el peso o cuando decide premiar a esos especuladores con el blanqueo de dinero negro. Tras el debate, ganó nuestra moción de rechazar la política oficial y oponerle una reorganización económica a partir de un aumento de emergencia del presupuesto educativo, el establecimiento de un salario igual a la canasta familiar, el 82% móvil para los jubilados, la nacionalización de la banca y el repudio de la deuda externa. La propuesta del PO fue votada, junto a nosotros, por la CRCR, IS y el PTS. La Mella votó su propia propuesta en minoría, y el kirchnerismo lo hizo en contra de ambas.

Sobre el plan de lucha de la Fuba, se resolvió mandatar a la conducción a que coordine junto a sindicatos y federaciones la convocatoria a una marcha nacional educativa a Plaza de Mayo en las próximas semanas. La consigna que encabezará la campaña será la votada por el congreso de abril: "No al ajuste en la educación". También se acordó la salida de un afiche por la democratización de la UBA, contra la re-re de Hallú, su reemplazo por Barbieri (actual decano de Económicas) o cualquier otro decano o variante del ajuste y la privatización. Sobre estos temas, los K no pudieron más que abstenerse. Su ADN es ajeno al movimiento estudiantil. Cuando se les pidió que argumentaran por qué la Fuba debía adherir a su "FUA blue", no pudieron mencionar ninguna lucha ni reivindicación. La Junta Ejecutiva ratificó el rechazo de la Fuba a la política divisionista del gobierno y reafirmó la pelea por la recuperación de la FUA como organización de lucha.

Sobre el final de la reunión, los secretarios K presentaron una moción para que la Fuba saludara la decisión de la Legislatura porteña de declarar ciudadano ilustre al presidente venezolano Nicolás Maduro. Nosotros señalamos una diferencia de método y de contenido. Al planteo de canonización personal contrapusimos el apoyo al pueblo y los trabajadores de Venezuela y la defensa de la independencia política de la Fuba frente a todos los gobiernos. La Junta se polarizó: La Mella-MP y Cauce votaron por la moción de los K; la CRCR, IS y el PTS votaron por nuestra contra-moción, que entonces ganó por un voto.

La semana próxima será el turno de la junta representativa de la Fuba, integrada por los presidentes de los centros de estudiantes de las trece facultades. Tal como se votó en el congreso, las juntas ejecutiva y representativa se irán alternando de forma de garantizar un funcionamiento quincenal de los órganos de la federación.