El miércoles 17 de junio, alrededor de 2.000 estudiantes y docentes se sacaron una foto con una bandera de 700 m2 con la consigna “Defendamos Exactas” reclamando contra el recorte presupuestario. Al día siguiente, el rector de la UBA, Barbieri, anunció una partida extra del Ministerio de Educación de 15 millones de pesos, a distribuir entre las 13 facultades de la UBA. Con esto, el aumento de los gastos de funcionamiento de Exactas -y de todas las facultades- llega al 29,5%.

Al ajuste que desarrolla el gobierno nacional se suma, en la UBA, un manejo discrecional de los fondos por parte del rectorado. El 70% de los gastos de funcionamiento no se distribuyen entre las facultades, sino que los maneja el rector. De esta forma, la camarilla que gobierna la UBA tiene “atadas” a las facultades que dependen de partidas extra del rectorado.

La multitudinaria foto que impactó en los medios fue el resultado de una convocatoria común entre el Centro de Estudiantes (Cecen) y las autoridades kirchneristas de la facultad contra el Rectorado de Barbieri. Es una muestra de hasta dónde llegan las grietas en el régimen universitario. Aunque, al mismo tiempo, la posibilidad de desarrollar una lucha en común con las autoridades 'progres' contra el rectorado se encuentra condicionada por la sumisión de estas al gobierno, y del gobierno a Scioli -quien se reunió hace pocas semanas con Barbieri para darle su apoyo.

Nosotros batallamos desde el comienzo por dotar al movimiento estudiantil de una agenda propia de reivindicaciones que le dé un contenido concreto a la lucha por el presupuesto. De otra forma, nos prestamos a ser furgón de cola de las autoridades que ven el presupuesto como un botín. La lucha por el presupuesto debe servir para conquistar un salario para los 1.000 estudiantes que hacen trabajo gratuito en los laboratorios, para conseguir becas para los cientos que de otra manera tienen que dejar la carrera y para terminar con posgrados pagos, con los convenios con Pan American Energy o Papel Prensa y con el novedoso alquiler de laboratorios a empresas.

Sorprendentemente, luego del anuncio de Barbieri, la conducción del Centro (FEM-La Mella) proclamó un triunfo en toda línea, aun cuando el decano afirma que “esta partida no resuelve los problemas presupuestarios de la facultad”. El balance triunfalista de La Mella probablemente este motivado por la cercanía de las elecciones de centro y la obsesión de llegar con una victoria. Como sea, las declaraciones del decano plantean la necesidad de seguirla.

De nuestra parte, nos jugamos a fondo por el desarrollo de este movimiento y nos esforzamos por que sirva para fortalecer la organización del movimiento estudiantil y para sacar conclusiones de fondo.