Juventud

18/4/2013|1264

Las definiciones de la Fuba y su congreso

El Congreso de la Fuba será escenario de una intensa lucha política con relación a las tareas del movimiento estudiantil. Los paneles del martes 23 anteceden a los despachos que votarán las comisiones del jueves 25. Por caso, el debate sobre educación tendrá que considerar su completa crisis, ya que luego de una década, existe un cuadro análogo al del transporte o la infraestructura nacional. Medicina sin gas por sexto año, docentes sin salario y una creciente inserción del capital en el terreno educativo. La lucha contra la política educativa de los K tiene que ser una conclusión de primer orden, y es necesario que el Congreso establezca un plan de acción, en unidad con los docentes. Además, habrá un panel sobre situación política, que estará enmarcado por la crisis conjunta que atraviesan el gobierno y su oposición tradicional, embarcados por distintas vías en descargar ajustes sobre el pueblo. Allí estará planteada la intervención del movimiento de la juventud en las elecciones, que resume sus alternativas en ser motor del desarrollo de la izquierda y el socialismo o furgón de cola de experiencias de colaboración de clases. La unidad con los trabajadores, para enfrentar la política oficial, se desprende como tarea central. Esta Fuba tiene como emblema la figura de Mariano Ferreyra, paradigma de la juventud militante que se la juega junto a la clase obrera. La mesa sobre el movimiento obrero está vinculada con este objetivo. Por último, el panel sobre la crisis de infraestructura y vivienda permitirá analizar el derrumbe del relato K, que llegó al extremo de crear un Ministerio de "Planificación"; lo mismo vale para sus opositores, con distritos igualmente inundados, como Macri o Binner.


Nuestro planteo y los debates en curso


La UJS propondrá, por lo tanto, resoluciones y campañas para todas las comisiones. En la comisión educativa, plantearemos que la Fuba se ponga a la cabeza de una campaña nacional para enfrentar el ajuste en la educación, convocando a todo el movimiento educativo a movilizarnos en Plaza de Mayo. A la vez, la Fuba tiene que ser referencia independiente en la crisis nacional, rechazando, por ejemplo, la reforma judicial del kirchnerismo, y denunciando en forma simultánea el carácter reaccionario de ese poder del Estado. La Federación tiene que fijar posición contraria a los intentos rereeleccionistas de la camarilla K. Este último tema se vincula con la cuestión de la democratización de la UBA, pues el rector, también oficialista, pretende su propia "rere". Pero tanto el país como la Universidad tuvieron sus "que se vayan todos", una consigna que vuelve a resonar para pavor de funcionarios y gobiernos. Por eso, la Federación debe rechazar a Hallú y todos los decanos, contraponiendo la democratización en función de los intereses de las mayorías de estudiantes y trabajadores universitarios.


La importancia de las resoluciones del Congreso se realza al considerar los diferentes posicionamientos previos. La Mella-Marea Popular, por ejemplo, editó un material referido a la Fuba, donde el gobierno kirchnerista está ausente. ¿Podríamos pelear contra la Coneau o por la democratización sin colocar en el centro al gobierno que es responsable de esa política? Además, La Mella reivindica la fragmentación de la Fuba que la UJS viene combatiendo en nombre de la "diversidad" de voces en la conducción, que nos "fortalece". Pero para robustecer a la Fuba se precisa una agenda de lucha y un programa claros, única forma de derrotar a los enemigos del movimiento estudiantil -Franja Morada, La Cámpora o el MNR.


Adelante


El Congreso tuvo su apertura el martes 16, con una movilización al Ministerio de Educación, junto a los docentes de AGD-UBA. La UJS está metida a fondo en esta campaña, planteando que todas las agrupaciones deben participar del Congreso. Luego de impulsar una extraordinaria movilización por la perpetua a Pedraza, tendremos un plenario el sábado 20 en la Facultad de Medicina. Con este balance y nuevas conclusiones, nos meteremos en la última semana, decisiva, del Congreso.