Juventud

31/5/2018

Los estudiantes catamarqueños contra el derrumbe de los terciarios

Jóvenes de institutos provinciales salen a la calle

El centenar de estudiantes del Instituto de Educación Superior Clara J. Armstrong, de la capital de Catamarca, que salieron a manifestarse hace una semana por las calles céntricas de la ciudad en reclamo de modificaciones en su horario de salida, en defensa de su integridad física y para tener transporte de regreso a casa, es el emergente de un cuadro revulsivo que se vive entre los jóvenes de todos los establecimientos educativos terciarios de la provincia por las desastrosas condiciones edilicias y pedagógicas en las que cursan sus carreras. 


La causa del reclamo de los estudiantes del Clara J. Armstrong, está en la total insuficiencia del edificio central del instituto que pesa sobre los estudiantes. Asimismo, en la Sede Sur, un agrupamiento de aulas comunes que comparten varios terciarios, en una zona periférica de la ciudad, los y las estudiantes que atraviesan la misma problemática se encuentran en estado de alerta y acompañando las iniciativas.


En el interior de la provincia, en las localidades de Pomán, Saujil y Andalgalá, la precariedad es aún mayor. No cuentan con agua potable y las aulas no alcanzan para el desarrollo de la cursada. El vaciamiento alcanza a los trabajadores de los institutos, ya que se encuentran precarizados con “becas municipales”, planes de miseria que, en muchos casos, no llegan a efectivizarse por meses. 


Recientemente el gobierno y las autoridades cerraron arbitrariamente la carrera de Inglés en la extensión de Andalgalá y está en proceso allí el cierre la carrera de Tecnología, lo que ha encontrado la resistencia de estudiantes y vecinos que defienden la educación pública en la región.


El histórico Profesorado de Educación Física (ISEF), de la Capital, no tiene edificio propio y desarrolla sus actividades en el polideportivo provincial que se cae a pedazos, donde tienen que improvisar las aulas para el dictado de las clases. La lucha de los estudiantes por instalaciones suficientes para el estudio y la formación de profesionales sigue vigente.


En el Instituto Superior de Arte y Comunicación (ISAC), por otra parte, se destapó la olla de una gran estafa contra los estudiantes de las carreras técnicas y profesorados, que podría alcanzar a la gran mayoría de los terciarios de la provincia. 


Egresados y estudiantes no cuentan con la validación de sus títulos dado que, desde el momento mismo de la creación de las carreras, cinco años atrás, los institutos están flojos de papeles. Es una situación que golpea de lleno las posibilidades laborales y de continuidad formativa de los compañeros.


La regimentación como respuesta 


Sobre estas premisas, está claro que la única política oficial para los IES es el desmantelamiento y el derrumbe, que repercute sobre los estudiantes y los trabajadores. 

El gobierno de Lucía Corpacci y, a su turno, el Frente Cívico y Social (Cambiemos), fueron los encargados de empujar a nuestros institutos a la ruina, y no van a ser ellos los que tomen otro camino más que el de profundizar la crisis que atravesamos.


Ante los insistentes reclamos de los estudiantes, las autoridades de los institutos pretenden despojarse de su responsabilidad señalando como responsable a la administración pública. Sin embargo, son esas mismas autoridades las que ejecutan la política regimentadora de Corpacci, tratando de desmovilizarnos cuando salimos a luchar.


Para atacar las manifestaciones estudiantiles, los rectores se valen de una resolución del Ministerio Educación de la provincia, un engendro legal que tiene por fin entrometerse en la vida política de los estudiantes y sus organizaciones, para limitar su independencia y poder de acción.


Ganemos las calles


Debemos desconocer y rechazar cualquier intento de sometimiento por parte de las autoridades de los institutos y el gobierno, como primer paso en el desarrollo de nuestra lucha y la conquista de nuestros reclamos. 


Para enfrentar el derrumbe de la educación que promueven Macri y Corpacci, para la lucha por mejor infraestructura, condiciones de cursado y en defensa de nuestros títulos, organicemos asambleas en cada instituto que impulsen nuestras reivindicaciones y fortalezcan nuestra lucha. 


Esto en el camino de la preparación de un plenario provincial de estudiantes de todos los IES para unificar la pelea, que resuelva las medidas a seguir y decida un plan de lucha por nuestras reivindicaciones. 


Por la defensa de la educación superior provincial.


Viva la lucha de los estudiantes de los IES.