Representantes de 31 universidades se reunieron el 7 de abril con Cristina Fernández de Kirchner para manifestarle su “contundente apoyo” al pago de deuda externa con las reservas del Banco Central. En una solicitada, aseguran que pagar la deuda “permite financiar políticas públicas de desarrollo e inclusión social, recuperando las capacidades de la población vulnerable” (!) y que “es absolutamente inadmisible reducir el gasto público y contraer nuevos compromisos en el mercado financiero para pagar deuda” (¡cuando se está canjeando deuda y contrayendo nueva!). La impostura es completa al asegurar que “las universidades públicas conocemos perfectamente los efectos de las políticas de ajuste y endeudamiento”, como si hubieran conocido otra bajo los K y ¡como si fueran a “conocer” otra de aquí en más! Los K aplican la línea del FMI, como lo reconoció la Presidenta en Estados Unidos al decir que el Fondo propuso ‘un uso más inteligente’ de esos recursos [reservas] para ayudar a paliar la crisis”. En realidad, el ajuste está en marcha, como lo demuestra el aumento del 11% que pretenden para los docentes, mientras la inflación es del 30%.

Denunciemos a los rectores de la privatización

Estos rectores, representantes de camarillas minoritarias, apoyan también el saqueo de los fondos de la Anses, avalan el Indek vía “Consejo Académico” y ahora avalan el pago de la deuda. No obstante, esta posición no se reduce a un gobierno, sino a una orientación social de conjunto, pues estas camarillas son la correa de transmisión de la política privatista impulsada por el Banco Mundial y compañía para la educación. Como parte de este “paquete” deben entenderse la recepción de los fondos de la minería contaminante de La Alumbrera o el apoyo al pago de la deuda.