Juventud

26/8/2010|1143

Los secundarios le toman los colegios a Macri

Contra la persecución, la Cues profundiza el plan de lucha

Los secundarios le están dando un duro golpe al gobierno PRO. Según el ministro de Educación porteño, Esteban Bullrich, “no hay demandas educativas” que justifiquen la protesta estudiantil, que está sacudiendo la Ciudad de Buenos Aires.

¡Qué bárbaro! sólo por nombrar algunos casos, los estudiantes del Acosta denuncian que todos los años se les cae un pedazo de techo; en el Suiza, en el Pellegrini o en el Esnaola no tienen gas y las instalaciones eléctricas están a punto de reventar (lo que en el Esnaola ya ocurrió varias veces en el último mes); en el Normal 1 conviven con las ratas pero en el Belgrano la plaga es de palomas. Las obras del edificio del Falcone no avanzan, lo mismo sucede con el Polo Educativo Saavedra. El Fader no pasa la prueba de las lluvias y el Otto Krause la de las elecciones: desde 2005 no se vota en el histórico colegio porque “no reúne las condiciones mínimas de seguridad”. Las becas otorgadas, por otro lado, son menos de la mitad de las que se solicitan, al igual que las viandas que encima llegan en mal estado.

La acusación, al estilo de la dictadura militar, de que los secundarios tienen motivaciones “políticas” sirvió para montar un plan de persecución contra los estudiantes. Primero, penalizaron las tomas aumentando los días de clase. Acto seguido, a través del memorando Nº 912750, titulado “Procedimientos para las tomas de escuelas”, se llamó a las autoridades a armar listas negras de activistas y a denunciar las ocupaciones a la Policía Federal, cosa que ya hizo el director del Manuel Belgrano.

La respuesta de los estudiantes fue contundente. Luego de la marcha de más de 600 secundarios el viernes 20 de agosto, la Coordinadora Secundaria (Cues) resolvió ir a la toma generalizada de escuelas a partir del lunes 23. A las ocupaciones del Acosta, Saavedra, Normal 6, Belgrano, Suiza y Lengüitas de la semana pasada, se sumaron el Esnaola, Normal 1, Falcone, Fader, Cortázar, Normal 4, Yrurtia, Pellegrini, Normal 5, Fray Luis Beltrán y Nacional 17. También lo están debatiendo los estudiantes del Urquiza, Otto Krause y Moreno. El martes 24, en el marco del paro docente, se concretaba una concentración frente a Jefatura. Para este jueves 26 está convocada una gran movilización de la Cues a la sesión de la Legislatura.

UTE contra las tomas

Los K quieren capitalizar un movimiento que se desarrolló al margen suyo. Su objetivo no es conseguir los reclamos, sino desgastar a Macri hacia el 2011. Pero, por sobre todas las cosas, buscan evitar que se consolide un reagrupamiento independiente contra el macrismo en la Capital. A través de la burocracia de UTE-Ctera intentan regimentar la lucha de los secundarios. Por eso, el propio Bullrich tuvo que reconocer que “los gremios están ayudando a que se levanten las tomas” (Clarín, 23/8).

Es lo que ocurrió en el Esnaola, donde el rector, Raúl Otero -un ex macrista devenido kirchnerista y hombre de la UTE- pasó por los cursos para impedir la ocupación del colegio, que ya había sido resuelta por los estudiantes. Otero, a partir de la crisis del gobierno PRO, decidió saltar a las filas de los K. Los estudiantes decidieron seguir adelante.

En el Urquiza, las autoridades K actúan como un verdadero comando de los Fino Palacios y Ciro James (ver recuadro). En el Acosta, Raquel Papalardo, también rectora que actúa con la UTE, intentó infructuosamente levantar la toma la semana pasada, para evitar que confluyera con las ocupaciones del resto de los secundarios. La excusa era la presentación de un proyecto de ley con las refacciones que necesita el colegio, a través de las bancadas de los legisladores K y pinosolanistas. Sudestada (Libres del Sur) y Lobo Suelto (La Mella), que se niegan a denunciar la complicidad de los K y la Legislatura con el macrismo, tomaron como propia la propuesta de la UTE. Sin embargo, la asamblea de estudiantes secundarios y terciarios entendió que ninguna reivindicación particular podía dividirlos del resto del movimiento y que el camino para conseguir los reclamos era continuar con la lucha, por lo que votó seguir con la ocupación.

Extender el estudiantazo

El estudiantazo está en pleno desarrollo y todavía no encuentra techo. La tarea es fortalecer y extender las tomas, defendiendo a muerte la unidad de los secundarios frente a todos los gobiernos que destruyen la educación. Más que nunca, es necesaria la independencia de los centros de estudiantes de las autoridades, que actúan como correa de transmisión del macrismo al interior de los colegios. ¡Satisfacción de las reivindicaciones estudiantiles! Abajo la persecución y las listas negras. Ninguna sanción por luchar. Libertad de organización para el movimiento estudiantil. ¡Fuera Bullrich! Fuera Macri, los Kirchner y la Legislatura son cómplices.