Juventud

26/5/2005|901

Menos presupuesto y más regimentación

En el contexto de una espectacular lucha de los jóvenes por recuperar las condiciones en las que el estudio sea posible (Normales 1, 2, 3, 7 y 9, Comercial 25, Mariano Acosta, Danzas 1 y otros), Ibarra y Perazza han promulgado la Resolución N° 560 el pasado 15 de abril (Boletín Oficial Nº 2170). A través de ella se dictamina que cada división de 1° y 2° año de todas las escuelas secundarias porteñas tenga de manera obligatoria un profesor tutor. Esta figura ha existido hasta el momento de manera informal y asistemática, ya que no todas las escuelas contaban con este cargo. En el artículo 5° de dicha Resolución se determina que “… el profesor tutor será responsable de (…) los alumnos en los procesos vinculados con el estudio y con la inserción social en la clase y en la institución”.


Frente a la grave descomposición social que se vive en las escuelas —manifestación de la que se vive fuera de ella— Ibarra utiliza el método de desligamiento de las responsabilidades políticas ante graves situaciones que se dan —y que eventualmente puedan darse— en las aulas, haciendo recaer todo el peso sobre docentes trabajadores que por tres horas cátedra (100 pesos mensuales), válidas sólo por un año, deberán responder inclusive a procesos judiciales, tal como actualmente lo están haciendo los profesionales que tenían asignada la escuela de Carmen de Patagones al momento de producirse el caso de “Junior”.


Tapar el cielo con las manos no tiene otra salida que Cromañón. Recomponer el lazo social en las escuelas implica un conjunto de medidas y todas tocan los intereses capitalistas.


Basta de regimentación.


Aumento de presupuesto educativo.


Límite de 25 alumnos por aula y aumento de puestos de trabajo para los docentes en una cantidad que incluya a todos los estudiantes del sistema educativo.


Movilidad del 82% en el régimen jubilatorio docente.


Aumento de becas estudiantiles.