A casi un mes de iniciado el estudiantazo porteño contra la reforma antieducativa del macrismo, los secundarios se movilizan hoy nuevamente al Ministerio de Educación porteño, lugar de reunión de representantes de los colegios con la ministra Soledad Acuña a partir de las 14 horas. A las 16, está prevista una conferencia de prensa.

 

Luego del levantamiento de una parte de las 29 tomas, el gobierno macrista y los medios oficialistas han salido hoy apresuradamente a dar por cerrado el proceso de lucha, al tiempo que multiplicaron las hostilidades contra los estudiantes –incluyendo la extorsión de que las causas judiciales por “usurpación” serán archivadas en caso de que cesen las medidas (La Nación, 26/9).

 

Lo cierto es que en los últimos días se han visto fuertes muestras del ánimo estudiantil para continuar la lucha contra la reforma: el viernes pasado, miles de secundarios coparon las calles en una gran Marcha educativa con padres, docentes –la gremial Ademys realizó un paro– y estudiantes de la Federación Universitaria de Buenos Aires.

 

En este cuadro, el fin de varias de las tomas se explica por la renovada presión contra ellas por parte de las corrientes kirchneristas –en la conducción de la Coordinadora de Estudiantes de Base–, que desde un comienzo del estudiantazo han trabajado en este sentido. En los colegios, tales sectores se han hecho eco de las amenazas del macrismo para disuadir a los estudiantes que toman –como si hubiera otra forma de parar los aprestos represivos contra la lucha que no sea luchando. Bajo la premisa de “innovar los métodos”, los K –que no promueven la derrota de la reforma, sino la “participación” en la misma– allanan el camino para la avanzada de Acuña.

 

La vitalidad del movimiento plantea, por el contrario, la extensión de las tomas a nuevos colegios, hasta quebrar la ofensiva privatista del macrismo sobre la educación.