Juventud

5/10/2017|1477

Operativo “levanta tomas” del kirchnerismo y reservas de lucha


El estudiantazo secundario contra la reforma del macrismo, que llegó a su punto más alto con casi treinta tomas en la Capital y movilizaciones masivas, logró imponerse en la agenda mediática y obligar al gobierno porteño a recibir -luego de varias negativas- al estudiantado en lucha contra la reforma que busca convertir quinto año en una agencia de trabajo gratuito, precarizar a los docentes y recortar contenidos y orientaciones.


 


En el pico de este proceso, con un repudio creciente a la llamada “Secundaria del Futuro”, el macrismo recibió un salvavidas invaluable por parte del kirchnerismo (en la conducción de la Coordinadora de Estudiantes de Base-CEB), que luego de semanas de operar contra las medidas de lucha logró -declamando sobre “nuevos métodos” y haciéndose eco de las persecuciones del macrismo- el levantamiento de la mayoría de las tomas.


 


El operativo, que responde a una orientación de fondo de los K -no quieren quebrar la reforma, sino una “participación” en la misma-, ha sufrido más de un revés, mostrando las importantes reservas de lucha en el movimiento estudiantil. El 3 de octubre se tomó la escuela Lola Mora, mientras que varios colegios mantuvieron las ocupaciones días después de su entierro por parte de la CEB.


 


Mariano Acosta: el cuento de la buena pipa


 


En la asamblea que tuvo lugar el miércoles pasado en el Mariano Acosta (la del turno tarde), se contrapusieron dos planteos: el del kirchnerismo -el Evita, que conduce el centro, pero también Nuevo Encuentro y La Cámpora- que rechazó tomar el colegio; y el de la izquierda -con la UJS a la cabeza- y el activismo independiente, que planteamos la toma del Acosta para tirar abajo la reforma. Este último ganó por una mayoría abrumadora, mostrando que no hay ningún “desgaste” (uno de los motivos esgrimidos para levantar las tomas) sino una disposición del movimiento estudiantil a seguir esta lucha hasta el final.


 


En la asamblea siguiente, del turno mañana, el kirchnerismo logró revertir la votación de la tarde solamente tras montar un enorme aparato de disciplinamiento. Allí fueron docentes de la Celeste de UTE-Ctera (kirchnerista), padres kirchneristas y ¡hasta un asesor tutelar! a decir uno tras otro al unísono que no se debía tomar el colegio. Algunas intervenciones señalaban que no había que poner “palos en la rueda” para que la Justicia actúe lo más rápido posible. El cuento de la buena pipa, porque para cuando la Justicia “resuelva”, la reforma antieducativa será un hecho consumado.


 


Así y todo, la votación por la toma perdió por escasísimo margen (sólo nueve votos), prácticamente una derrota para el kirchnerismo en uno de sus principales colegios.


 


Normal 7: despunta una nueva dirección


 


Los estudiantes del Normal 7, un colegio con una organización estudiantil incipiente, resolvieron ir a la toma la semana pasada. El hecho tiene un valor doble: sucede que allí la conducción del centro de estudiantes, cediendo a las presiones de los K, desoyó el mandato de la asamblea y le quitó el cuerpo a la toma, y en ese cuadro fue un nuevo activismo -con un gran protagonismo de la UJS- el que tomó sobre sus espaldas la lucha del colegio.


 


Superados por esta situación, tanto el presidente como el vicepresidente del centro de estudiantes renunciaron a sus cargos, lo que plantea la necesidad de fortalecer el centro mediante la puesta en pie de los organismos necesarios (asambleas, comisiones) y la resolución de un plan de lucha.


 


Cómo sigue


 


En línea con su planteo de participación en la reforma precarizadora, el kirchnerismo acordó con Acuña la realización de reuniones sectoriales (con grupos de colegios por separado) y presenta esto como un triunfo, cuando constituye en verdad una atomización del movimiento estudiantil.


 


Reiteran su conducta de 2013, cuando junto con la UTE-Ctera actuaron como bomberos de Macri y entregaron la gran lucha contra la Nueva Escuela Secundaria (NES). Finalmente, tanto esa reforma como la actual siguen los lineamientos de la Ley de Educación Nacional promovida por Filmus en 2006, por lo que el kirchnerismo no puede representar una oposición estratégica a las mismas.


 


Desde la UJS nos comprometemos con la tarea de impulsar y llevar adelante la voluntad de lucha que ha demostrado y sigue demostrando el estudiantado. En la perspectiva de quebrar la reforma antieducativa, planteamos la votación de un plan de lucha con cortes de calle coordinados, festivales y medidas de lucha tendientes a darle continuidad a esta pelea, que unimos al combate estratégico por una nueva dirección en el movimiento secundario, independiente de todos los gobiernos que atacan la educación pública, para defender a los colegios y a la juventud del ajuste, el trabajo gratuito y la degradación educativa.