Juventud

11/12/2014|1344

Preuniversitarios: la farsa se convierte en circo

Siguen sin poder elegir rector en el Pellegrini por la guerra entre camarillas


El viernes 5 fracasó el segundo intento de elegir rector en el Carlos Pellegrini. Lo que se presenta en algunos diarios como una puja reglamentaria para adecuarse a los estatutos del Consejo de Escuela Resolutivo (CER) no es, ni más ni menos, que una guerra por ver quién se queda con más cargos para hacerse con el control del colegio. Como venimos denunciando hace meses, la intención por parte del Rectorado es que Leandro Rodríguez ocupe el cargo de rector de la escuela. Ahora el problema que se presenta es la puja entre las camarillas profesorales por ver cómo se lotean los jefes de departamento, las preceptorías, las regencias y vicerrectorías.


Mientas tanto, en el Nacional de Buenos Aires, la situación es la opuesta: los grupos que controlan el colegio lo tienen todo arreglado. Esto a pesar de que como en el Pelle tampoco participaron dos de los tres claustros (estudiantes y graduados), mostrando el carácter ilegítimo de la elección. Allí la sesión se hizo igual y Gustavo Zorzoli (el actual rector) salió primero de la terna de candidatos, chupando votos de las listas opositoras. La corruptela existente es tan grande que hasta un consejero de la lista K y un consejero de la agrupación opositora “Colectivo Docente” votaron por Zorzoli, dejando en banda a sus propios candidatos.


En el CNBA, los consejeros renunciaron a sus supuestos “proyectos” a cambio de cargos. Esta repartija es la parte no escrita de los “reglamentos”; en otras palabras, demuestra que la terna de candidatos votada por los colegios no es más que una pantalla para que bajo la mesa continúen las negociaciones que se manejan desde el Rectorado. Mientras, los que estudian, enseñan y trabajan en los colegios preuniversitarios quedan de “garpe”, sin recibir nada de este régimen.


Es necesario denunciar que existe una fuerte presión sobre los consejeros estudiantiles y graduados para que participen de esta farsa. Los reglamentos -que las mismas autoridades no respetan- quieren utilizarlos como una extorsión para que el movimiento estudiantil modifique por la fuerza su posición -tomada en asambleas-, y se discipline a convalidar la elección. Advertimos que ya miembros de la conducción del Cecap (Unidos y Organizados) se han mostrado proclives a modificar esta posición.


El circo tiene fecha de vencimiento, porque el 17 de diciembre el Consejo Superior de la UBA tiene previsto votar a los nuevos rectores. Es necesario reorganizar al movimiento de lucha de los colegios para oponer a la guerra de camarillas la unidad de estudiantes, docentes y no docentes por la democratización y todos nuestros reclamos. Hoy más que nunca digamos: ¡ningún rector del Consejo Superior.