Juventud

10/10/2013|1289

Pueblada en La Rioja

Derrota de las camarillas universitarias

Cuarenta mil personas se movilizaron por las calles de la capital riojana el martes 8 en apoyo a la lucha de estudiantes, docentes y no docentes, que reclaman la renuncia de la camarilla que dirige la Universidad de La Rioja (Unlar), encabezada por Enrique Tello Roldán. Este había renunciado a fines de septiembre bajo el asedio de la movilización estudiantil.


El conflicto en la Unlar fue detonado por la no renovación del contrato, por parte del rectorado, a varias decenas de docentes precarizados. Los estudiantes convocaron entonces una movilización. Aferrado al puesto de rector, que ostentaba desde la fundación de la casa de estudios en tiempos de Menem, Tello Roldán tomó la inoportuna decisión de desafiar a los manifestantes: "Quiero ver cuántos son en la protesta". La primera marcha contó con 1.000 participantes, y fue seguida por una espiral de ocupaciones de facultades y del Rectorado, que se sostiene hasta hoy. Se inició un proceso de elección de delegados en todos los departamentos de la Unlar, quienes a su vez participan de una asamblea general de toda la universidad. El movimiento adoptó los reclamos de renuncia de Tello Roldán y de una democratización de la universidad.


Preocupado ante la movilización estudiantil, el gobierno nacional envió a la provincia a Martín Gil, secretario de Políticas Universitarias. La orientación del gobierno fue la de deslindar responsabilidades, tratando de acotar los daños a Tello Roldán. Pero la política de un "tellismo sin Tello" recibió un mazazo con una imponente movilización de 20 mil personas, que reclamó "que se vayan todos" los integrantes de la camarilla. El apoyo popular al reclamo se duplicó en la reciente movilización, calificada por diversos medios como la más numerosa de la historia de la provincia.


El gobernador Beder Herrera, recientemente derrotado en las Paso, ha intentado reacomodarse, presentando un demagógico apoyo al reclamo de los estudiantes. Pero su responsabilidad en el derrumbe educativo es indisimulable.


Al cierre de esta edición, varios decanos ligados a Tello Roldán presentaban su dimisión en la Asamblea Universitaria, que sesionaba rodeada de manifestantes en el Hospital de Clínicas. Se esperaban otras renuncias, mientras que una asamblea de docentes y estudiantes proponía autoridades transitorias.


La rebelión educativa es el síntoma de un desplazamiento político que trasciende los marcos de la universidad. Vamos por el triunfo de la "primavera riojana": reincorporación de todos los docentes cesanteados, que se vayan todos los integrantes de la camarilla de Tello Roldán, eliminación de todas las medidas limitacionistas, por un gobierno universitario electo con el 50 por ciento de representación estudiantil.