Juventud

25/9/2014|1333

Que no destruyan nuestras carreras, defendamos al Ceadig


Que no destruyan nuestras carreras, defendamos al Ceadig


Las elecciones del Centro de Estudiantes de Arquitectura y Diseño de la UBA serán escenario de una confrontación directa entre las listas que responden al rectorado y la conducción combativa de Estudiantes por el Cambio, un frente entre La Corriente y En Perspectiva (UJS-PO e independientes), que reagrupa a más de 150 estudiantes de todas las carreras y el CBC.


Las listas de las autoridades de la Fadu y de la UBA -Fadu Plural, Reforma, Coalición, el PRO y Franja Morada- no se han puesto de acuerdo para presentarse en común. Como en el rectorado, la camarilla profesoral es un entramado que liga a peronistas, radicales, macristas y todo tipo de variantes patronales. Libres del Sur participó de estas negociaciones hasta último momento: luego de cerrar filas con los radicales, Carrió, Cobos y Prat Gay a nivel nacional, trata de hacer lo propio en la UBA. Así, aunque se presentan en listas separadas, cuentan con recursos cuantiosos para avanzar sobre el Ceadig. Hacen partícipe de este apoyo a sus nuevos amigos de Sur, a cambio de que dividan el Centro y no digan nada de la reforma de los planes de estudio del Decano y la Coneau.


En consecuencia, habrá doce listas: otros grupos de izquierda, como La Mella y el PTS, rechazaron la propuesta de un frente único contra la ofensiva del decanato y el rectorado, y se presentan en soledad.


Estas elecciones estarán atravesadas por la ofensiva de las autoridades para degradar nuestras carreras de la mano de la Coneau. En un documento que se filtró recientemente, el decano Luis Bruno delata cuál será el contenido concreto de su gestión: el recorte de contenidos de la carrera de grado, la multiplicación de los posgrados con aranceles, la quita de las horas de taller de las materias teóricas para transformarlas en “clases magistrales”, la consecuente reducción de la planta docente y la implementación del trabajo gratuito obligatorio para los estudiantes.


El principal obstáculo que encuentra la gestión para implementar esta reforma es el actual Centro de Estudiantes, que hace años logra impedir su aplicación generando una corriente de oposición que impulsa instancias de debate con delegados, pronunciamientos en los talleres y asambleas, y movilizándose junto a estudiantes y docentes.


La defensa de un Centro de estudiantes que acompaña las luchas de los trabajadores, democrático, independiente de las autoridades y en acción es la condición necesaria para frenar esta reforma. El Ceadig, además, es partícipe de la pelea por la vivienda popular en la Ciudad -una orientación contraria a la de las autoridades, que postulan una arquitectura ligada a las megatorres y los grandes negocios empresariales.