Juventud

16/9/2010|1146

Secundarios: no logran zafar del estudiantazo

El operativo para dividirlos terminó en bochorno

Las declaraciones de la presidenta en apoyo a los secundarios fueron el punto de largada de un operativo que apuntó a evitar que, el 16 de septiembre, la Cues tuviera en la mira a la Plaza de Mayo. Los K buscaron zafar del estudiantazo, copando el Congreso de la Cues. En defensa de una supuesta “unidad contra Macri”, quisieron dividir al movimiento educativo realmente existente separando a los secundarios de la Marcha Nacional Educativa, que la Conadu Histórica, la Fuba y la Fulp convocaban en el 34º aniversario de la Noche de los Lápices. Propusieron organizar otra marcha, que tuviera como punto final la Jefatura de Gobierno de la Ciudad. Con el mismo planteo, intervinieron en la coordinadora de terciarios.

Los K se esforzaron por ganar a sectores independientes de la Cues para su posición, tomando prestado el argumento macrista de que la marcha estaba “muy politizada”. Pero, a mitad de camino, el operativo devino en papelón. Lo que ocurrió fue que se evidenció que los “mandatos” que invocaban en su favor estaban truchados. Colegios como el Comercial 8 o el Liceo 4 jamás habían votado las resoluciones que los K decían defender en su nombre. El resto de los “mandatos” era muy difícil de verificar, dado que en su gran mayoría provenían de escuelas que no estaban en lucha. Se trataba de colegios que no participaron de las tomas ni de las movilizaciones ni de las reuniones de Cues. De por sí, esto ya demostraba que la mentada “unidad en la lucha contra Macri” era una farsa, porque los K nunca fueron parte de esa lucha. La única lucha real contra Macri se desarrolló al margen de ellos. Comenzaron a concurrir a la Cues sólo para limitar su alcance, para sacar a los K de la mira de los secundarios. Por eso la extensión del conflicto a las universidades y a otros puntos del país significó para ellos un golpe letal.

Finalmente, la Cues resolvió movilizarse a Plaza de Mayo por abrumadora mayoría. Acto seguido, los K se retiraron del Congreso. El fraude de la manipulación de los mandatos, al mejor estilo IndeK, concluyó en un mamarracho. Los secundarios les sacaron la kareta.

Macri debe responder a los reclamos

El bochorno de los K en la Cues sólo puede ser superado por la pusilanimidad de Mauricio Macri. En medio de la mayor crisis desde que asumió como Jefe de Gobierno, Macri se fue de paseo por Europa. Una vez de vuelta, sólo abrió la boca para ratificar que no piensa reunirse con los secundarios. Ya Bullrich se había negado a recibir a la Cues el viernes 10 de septiembre. Incluso faltando a su propia promesa de anunciar un nuevo plan de obras.En este sentido, la movilización de la Cues del viernes pasado tuvo el valor de poner de manifiesto frente a toda la sociedad que no quieren dialogar son ellos. Si no recibieron a los estudiantes es porque saben que el plan de obras es una estafa, que no contempla gran cantidad de los reclamos más apremiantes de los colegios.

Apuntan a desgastar el movimiento. Como en el pasado, hay que torcerles el brazo con la lucha.

Exigimos una reunión urgente a Macri y a Bullrich para que resuelvan los problemas que denuncian los secundarios.