Juventud

6/10/2021

Sobre Emiliano y los “vagos y chorros” de la Municipalidad de La Matanza

La juventud necesita rebelarse por su futuro, pero la salida es por izquierda.

dirigente del Polo Obrero y candidata a diputada nacional por el FIT-U.

¿Cómo no rebelarse como lo hizo el pibe Emiliano el día que su colegio llevó engañados a los estudiantes a un acto oficialista de la Municipalidad de La Matanza? Fue con la excusa de la “Expo Joven”, en la que se suponía que iban a “hablarles” sobre el futuro y el mundo del trabajo. Esto en un distrito donde la pobreza y la indigencia pueblan de punta a apunta, donde el gatillo fácil y la impunidad son moneda corriente, donde el narcotráfico y las zonas liberadas están garantizadas y organizadas desde las esferas del poder político, policial y la Justicia, y dónde cada vez que llueve se inundan los barrios sin urbanización alguna. A nuestra generación ya le están robando el presente, pero vienen a ofrecernos el futuro.

Las palabras de Emiliano, estudiante secundario oriundo de Laferrere, se hicieron virales en las redes sociales. En el contexto electoral en el cual el municipio de La Matanza convocó a pibxs para bajarles línea, él contestó: “Mi sueño es ser como son los que están acá, vago y chorro”, aludiendo a los funcionarios que allí presentes, como Débora Giorgi, Nicolás Ritacco y Ezequiel Mercado.

Luego de la repercusión que tuvieron sus dichos vinieron las entrevistas en distintos medios de comunicación, en las que el joven apuntó contra “todos los políticos” como “una manga de corruptos”. Ni lerdo ni perezoso, el diario La Nación asoció la posición de Emiliano con la de Javier Milei, con quien dijo sentir más cercano a su pensamiento (aunque aclaró que no fue a votar).

Aquí quiero detenerme. ¿Realmente las variantes derechistas pueden levantar las banderas de la rebeldía contra un régimen de privilegios y corrupción? La respuesta es no, de ninguna manera.

El ángulo de que “todos los políticos son corruptos” parte de una realidad. En las últimas décadas, en las que gobernaron centroizquierdistas, derechistas, dictaduras militares, nacionalistas, las fuerzas políticas de la burguesía han saqueado al país tanto económica como ideológicamente, vaciando “el contenido” de la política y mostrando que sólo con los métodos más rancios de la rosca y los negociados se puede llegar al poder.

Mientras hundieron en la pobreza a los trabajadores, las conducciones de los sindicatos se integraron al Estado y se convirtieron en burocracias eternas y corruptas, entregadoras de las reivindicaciones gremiales. Hoy tenemos a Toyota impulsando junto a la burocracia del Smata un régimen de flexibilización del convenio colectivo de trabajo.

¿Qué distinto es lo que puede ofrecer Milei? Poco y nada, porque la reforma laboral es el principal punto del programa que exigen el FMI, los empresarios y sus voceros políticos para la Argentina. Por eso tenemos al economista “libertario” responsabilizando por la pobreza y desocupación a los derechos de los trabajadores, cuando quienes saquean el país son los capitalistas. En conclusión, si “todos los políticos son chorros”, según Milei los platos rotos los tienen que pagar los laburantes, y especialmente la juventud que ingresa al mercado de trabajo.

Solo el Frente de Izquierda Unidad denuncia esta reforma antiobrera, que la CGT ya había pactado con Macri pero quedó en el tintero tras el repudio popular del 14 y 18 de diciembre de 2017 contra la reforma jubilatoria. Hoy se embanderan detrás de ella desde Juntos por el Cambio y Milei hasta el Frente de Todos, aunque este último disfrazado mediante la modificación de cada convenio por separado. Toda la “casta política” comparte esa orientación.

Dejando de lado el episodio de este joven, es muy buen ejemplo para un debate que debemos darnos. Los jóvenes tenemos por delante un desafío: o nos resignamos a tener laburos de mierda, sin derechos laborales, sin indemnizaciones, sin jubilación digna ni obra social en condiciones; o por el contrario nos revelamos con la izquierda para derrotar de una vez por todas este régimen repodrido.

La única posibilidad de un futuro distinto para los jóvenes es con lucha, como lo hacen las juventudes piqueteras que ante la falta de respuestas hasta acamparon de a miles en el Ministerio de Educación reclamando que se garantice conectividad y compus para poder estudiar. Es también lo que hacen los jóvenes científicos becarios del Conicet contra la precarizacion, o las asambleas y agrupaciones ambientalistas contra la megaminería y la depredación ambiental, o la marea verde por la implementación del aborto legal y la educación sexual.

En cada una de estas luchas está la izquierda, mientras que los Milei están en la vereda de enfrente, reclamando más ajuste del gasto público, negando el cambio climático y la opresión que sufrimos mujeres y diversidades. No por nada se reivindica como un “antisistema” pero elogia al gobierno de Menem, cuando se disparó la desocupación, la pobreza y el remate del país.

Las aspiraciones de la juventud necesitan para concretarse que esta se rebele. Pero esa rebeldía solo puede ser por izquierda. Esta elección es por eso una gran oportunidad para golpear a los ajustadores y fortalecer una alternativa obrera y socialista como el FIT-U, que contra todo pronóstico de los medios sacó un millón y medio de votos en las Paso y quedó en carrera para reforzar las presencia en el Congreso, en los parlamentos provinciales y el ingreso a los concejos deliberantes de varios municipios.

¿Quién que no sea el FIT-U llevará al concejo deliberante de La Matanza los reclamos por educación y trabajo genuino? No serán los derechistas de las listas de Espert y Milei. Para desarrollar la organización y la movilización por todos las reivindicaciones que nos niega este régimen, impulsemos las deliberación de acciones de lucha y el 14 de noviembre votemos al Frente de Izquierda.