Apenas horas después del anuncio de una nueva reforma en la formación docente en la Ciudad de Buenos Aires, que iría a la Legislatura el próximo año, los terciarios y su comunidad educativa se pusieron en pie de lucha, convocando asambleas y consejos extraordinarios para pronunciarse y debatir sobre esta nueva ofensiva del gobierno.

El pasado sábado, en el Alicia Moreau de Justo, se reunieron simultáneamente dos grandes asambleas, de la Coordinadora de Estudiantes Terciarios y de docentes autoconvocados, con participación de estudiantes de 22 profesorados y cientos de docentes, que debatieron las implicancias de esta reforma y las medidas a tomar para enfrentarla, y demostró que hay un movimiento que quiere defender la formación docente.

A su turno, está previsto un paro docente y la movilización de docentes y estudiantes terciarios desde Ayacucho y Córdoba al Congreso el próximo miércoles 29,  así como una nueva Asamblea de la CET el sábado 2 de diciembre a las 10hs.

La reforma

El proyecto del macrismo supone la adaptación de la educación superior a las demandas del capital –en línea con el Plan Maestro a nivel nacional–, mediante la degradación de la formación docente y el ataque a las condiciones de trabajo de la docencia.

La forma planteada por el partido de gobierno para llevarlo adelante es la fusión de los 29 institutos actuales en una “Universidad de Formación Docente” en la cual se acortarían las carreras, se reemplazarían materias por espacios virtuales y –objetivo fundamental– se agregarían horas de prácticas profesionales gratuitas desde el primer año (usando a los estudiantes como personal gratuito en reemplazo de docentes con experiencia y derechos). A su turno, se avanza en un camino de privatización en el área, allanando el negocio de los posgrados pagos.

El gobierno intenta que la polémica gire en torno a si se sostienen los terciarios o se forma una universidad, y se vale de dudosas encuestas en redes sociales y medios de transporte para eso, pero no es más que un velo al verdadero ataque.

Dos políticas para el movimiento

Los debates que se dieron en los consejos directivos y asambleas demostraron que hay dos políticas en el movimiento.

La orientación de los rectorados, que siguen el kirchnerismo y sectores filo kirchneristas referenciados en la Lista Celeste de UTE y en sus agrupaciones estudiantiles, se concentra en el reclamo del mantenimiento de los terciarios actuales, planteado de forma aislada de la lucha integral contra la avanzada antieducativa. La insistencia en las “ventajas pedagógicas” de los terciarios en comparación con la universidad no tienen nada de pedagógico: su fundamento es la defensa de los lugares de poder de los rectores, donde se tejen los concursos docentes, se controlan cajas, etc.

Tal orientación preanuncia la búsqueda de un acuerdo con el macrismo y su reforma a la baja del nivel terciario, que tendrá expresión el día jueves en una "marcha para acompañar a los rectores". Esta fue justamente la política que primó durante 2010 y 2015, y permitió que los rectores y la burocracia celeste negocien con el gobierno la implementación de reformas que degradaron los planes y títulos terciarios a cambio de sostener el statu quo de sus puestos. Tal es el lineamiento detrás de la concentración del jueves "para acompañar" la conferencia de prensa de los rectores. 

Desde la juventud del Partido Obrero y Tribuna Docente presentamos una posición clara: detrás del falso debate planteado por el gobierno entre terciario y universidad se encuentra el objetivo de arrebatar conquistas históricas de los docentes y del movimiento estudiantil. Para derrotarlo, necesitamos la unidad entre docentes y estudiantes en un movimiento independiente, que coloque como eje principal el rechazo a la reforma y la defensa de la formación docente, delimitándose del planteo corporativa del rectorado y el kircherismo.

Con esta política participaremos de las instancias de lucha del movimiento.