Juventud

3/12/2018

Triunfos de la izquierda en los terciarios Normal 1 y Juan B. Justo

Una semana después de la gigantesca lucha contra la votación de la Unicaba -que incluyó movilización, acampe y hasta enfrentamiento cuerpo a cuerpo con la represión de Horacio Rodríguez Larreta-, se llevaron adelante las elecciones de los centros de estudiantes de los terciarios Normal 1 y Juan B. Justo, que concluyeron en ambos casos con triunfos de la izquierda.


Contrario a los que pronosticaban un derrotismo en el movimiento, las elecciones estuvieron marcadas por el debate sobre cómo debemos seguir la lucha contra la implementación de la nefasta Unicaba. El gobierno no pudo votar el primer proyecto de cierre de los profesorados y tendrá que avanzar con la “coexistencia” entre estos y el nuevo organismo, que no será más que un campo de choques con las comunidades en cada profesorado y que desembocará nuevamente en una lucha tenaz del movimiento terciario contra el gobierno.  A pesar de que 34 legisladores hayan levantado la mano, nada está dicho y la batalla recién comienza.


Normal 1


Las elecciones del Normal fueron una fotografía de la lucha política que se dio en el movimiento estudiantil a lo largo del año. La lista Movimiento de Estudiantes en Lucha (UJS-PO, Cauce y PTS) derrotó a la lista de la conducción, “Podemos en unidad” -integrada por  Cienfuegos, Patria Grande y con la incorporación de Nuevo Encuentro, lo que enterró cualquier intento del frente por despegarse del Kirchnerismo. Esta alianza K pretendía defender el centro bajo el discurso vacío de “unidad”. Del otro lado, la lista victoriosa tenía en su conformación uno de los grandes datos políticos de la elección: Cauce, que formaba parte de la conducción con Cienfuegos y Patria Grande, accedió al llamado que hicimos desde la UJS-PO para conformar una gran lista de la izquierda en el profesorado, rompiendo así el frente con los K.


Movimiento de Estudiantes en Lucha se propuso como un canal para el activismo y el movimiento de lucha que comprendía la necesidad de superar a la conducción, que era un bloqueo para profundizar la lucha contra la Unicaba. Lograrlo será el desafío de la nueva conducción.  A su vez también fue la alternativa a un centro desgastado que ahogaba la participación estudiantil en el profesorado y que frente a tamaño conflicto no estuvo a la altura de las circunstancias. Es que “la unidad” no se puede pensar en abstracto, ni tampoco sin tener en cuenta las fuerzas que intervienen: la que pregonaba el frente K era con quienes a lo largo del año intentaron contener al movimiento en los marcos institucionales y el “diálogo”, como lo fue la dirección K de UTE-Ctera. El resultado electoral le pasó factura al kirchnerismo por su rol en el conflicto. Ellos fueron quienes festejaron la “coexistencia” a principio del conflicto y a lo largo de este quisieron evitar cualquier medida radicalizada -tal es así que UTE le sacó el cuerpo al acampe y no estuvo desde temprano en la jornada del 22. 


Juan B. Justo


La lucha en defensa de los profesorados desarrolló a tal punto el movimiento estudiantil terciario que en el caso del Juan B. Justo impulsó la construcción del primer centro de estudiantes. Este salto político en la organización estudiantil del profesorado fue la consecuencia de un activismo que a lo largo del año se puso a la cabeza de la lucha contra la UNICABA. Las elecciones, sin embargo, pusieron en debate las diferentes orientaciones para el conflicto y  el profesorado.


Con el 60% de los votos, obtuvo una victoria contundente “Juan B. de Pie”, una agrupación conformada por gran parte de ese activismo y en la que interviene la UJS-PO.  Su planteo fue la necesidad de continuar la lucha contra la Unicaba y por los derechos de las mujeres y las disidencias, a partir de la independencia política de todos los partidos patronales, cuya política es apoyar las reformas educativas en las diferentes provincias que gobiernan y pactar con la Iglesia en contra de las mujeres.  En frente estaba una agrupación activada por La Cámpora -que siempre intentó esconderse-, en cuya plataforma se omitía tanto el reclamo por el aborto legal como un planteo de cómo continuar la pelea contra la Unicaba.


Los centros de estudiantes con conducciones de izquierda colocan la necesidad de pelear por una Coordinadora de Estudiantes Terciarios independiente de los bloques políticos que contienen las luchas en función de un recambio electoral en 2019. El año que viene, antes que las elecciones, los terciarios tendrán una gran batalla en defensa de los profesorados y la implementación de la Unicaba. Que estas victorias sirvan de impulso para un gran movimiento de lucha para derrotar al gobierno.