Juventud

12/9/2013|1285

Un triunfo sin precedentes del Partido Obrero y la izquierda

Muchos medios de comunicación calificaron de "batacazo" a la elección del PO y el Frente de Izquierda en la UBA. Sin dudas, no exageraron, pues en sólo una semana la UJS pasó a integrar siete presidencias y una vicepresidencia sobre trece centros de estudiantes. Del resto, sólo en una no estamos entre los tres primeros puestos. A la vez, catorce consejeros directivos serán de la UJS (dos de ellos rotativos con otras fuerzas). De este modo, la juventud del Partido Obrero se coloca como la principal fuerza del movimiento estudiantil en la universidad más grande del país. A pesar de las múltiples particularidades de cada facultad, nuestras listas se caracterizaron por una unidad de hierro: reagrupar a las fuerzas combativas y de izquierda, para pugnar por centros y consejeros que batallen contra la política de las camarillas kirchneristas y "opositoras", las que gestionan la UBA en desmedro de la masa estudiantil, docente y no docente. Por eso, los grandes derrotados fueron el gobierno K y el rectorado. El retroceso generalizado del oficialismo se expresó en las elecciones universitarias, donde La Cámpora realizó una elección aún peor que en el pasado.


El cuadro de fuerzas que surge de la elección es, en cierto sentido, "simplificado": de un lado, las corrientes de la izquierda con la UJS a la cabeza; del otro, las fuerzas que defienden el régimen de las camarillas, con el protagonismo de la Franja Morada. Esta pelea se manifestó con claridad en varias elecciones. En Veterinaria, Evet (UJS e independientes) retuvo el centro contra una agrupación armada directamente por las autoridades K, las que se jugaron a fondo. Los compañeros de Antídoto (UJS e independientes) alcanzaron, en Farmacia, una votación histórica superior al 60%, contra la burocracia decadente de la Alianza, ex Franja (ahora GEN), la que apenas arañó la minoría en Consejo. También Económicas vivió un hecho significativo, pues el MxE (La Mella, Base, PO) alcanzó un consejero, quebrando así el monolítico órgano de gobierno de una facultad en la que el pacto Franja-K alcanza su mayor profundidad.


El traspié se dio en la Facultad de Medicina. La elección de "El Frente" fue extraordinaria, pues superó los 40 puntos (40,91%). Sin embargo, no alcanzó para defender al Cecim del pacto entre Franja Morada y los graduados peronistas (Nuevo Espacio), que obtuvo un poco más (42,74%). Vale destacar el papel liquidacionista adoptado por la Cepa-PCR, que minutos antes del cierre de las listas anunció su ruptura y terminó presentando una lista que obtuvo los votos que faltaron para derrotar al NEM. En cualquier caso, las elecciones mostraron que las cosas ya no serán como antes en Medicina. El Frente conquistó la conciencia de una enorme porción del estudiantado, al esclarecer el compromiso de Nuevo Espacio con la privatización de la salud y la educación. De este modo, se provocó una gran movilización desde abajo, donde cientos de estudiantes actuaron tras preguntar "qué podemos hacer para contribuir con esta lucha". Del otro lado, un gigantesco aparato financiado con recursos públicos, el cual incluyó fiscales pagos, "patovicas" y hasta libretas truchas. ¡Un burócrata de Sutecba tomaba lista a empleados del Ramos Mejía para que voten por el NEM! El Frente en general y la UJS en particular salen con gran fuerza para enfrentar las batallas que se vienen.


La victoria de frentes de la izquierda liderados por la UJS-PO en todos los centros que había conquistado La Mella tiene una enorme relevancia política. Así, la "Izquierda al Frente" triunfó en Psicología, Exactas, Sociales y Filo. Estamos frente a una nueva etapa en el movimiento estudiantil, pues fue derrotada una tendencia que pretendió, oportunamente, marginar a la izquierda revolucionaria del escenario político. En sus inicios, La Mella y compañía postulaban que venían a garantizar "la participación" y a superar "los centros que se mimetizan con su conducción". Sin embargo, ocurrió lo contrario, pues la lucha fue suplantada por la entrega de plaquetas. En realidad, la rabiosa burocratización de esta corriente estaba asociada a su tendencia política de fondo: ir a la rastra, una vez más, de otra tentativa nacionalista burguesa. En relación con el régimen universitario, esta política se manifestó en una integración creciente a las variantes progresistas, donde la "democratización" era postulada para la tribuna. Su hostilidad a la izquierda revolucionaria era tan intensa, que no tuvieron empacho en realizar un frente con Libres del Sur en Psicología para desplazar al PO -aun cuando ya estaban con Prat Gay. Les duró un año.


No es casualidad, entonces, que este giro a la izquierda sea protagonizado por quienes atravesamos todas las experiencias del movimiento estudiantil combativo, desde el Argentinazo y la recuperación de la Fuba hasta la actualidad. La UJS resistió incólume todas las tentativas de cooptación del nacionalismo gobernante y el régimen universitario. Las corrientes de izquierda que sucumbieron a esas presiones terminaron mal.


La evidente vinculación con los resultados positivos del Frente de Izquierda tiene explicaciones políticas de fondo y no superficiales -"nos fue bien 'afuera' y ahora nos va bien ‘adentro’. El ascenso de la izquierda revolucionaria en el movimiento de la juventud es una tendencia.


Lejos de afrontar esta nueva situación como una rutina, pretendemos tomar plena conciencia de todos los problemas y desafíos que se presentan. La masiva votación constituye un claro mandato en al menos dos sentidos: primero, por una dirección de la Fuba de la izquierda en general y de la UJS en particular, y segundo, por la democratización y el fin del régimen de las camarillas.


A la vez, nos trazamos un desafío de fondo: la organización de una juventud socialista de masas, que luche codo a codo con los trabajadores por una transformación social. La nueva etapa para la UJS reclama el impulso de todas y cada una de las luchas del movimiento estudiantil, pero también la formación de los cuadros que estarán a la cabeza de sumar más y más jóvenes a la batalla por el gobierno de los trabajadores y el socialismo.