Juventud

31/7/2008|1048

¡Viva la toma del Acosta!

El martes 22, después de meses de reuniones, harto de no recibir más que bicicleteos, el Centro de Estudiantes del Mariano Acosta (CEsMA) resolvió tomar el colegio. En el Mariano Acosta había 200 becas solicitadas: llegaron menos de la mitad.

La rectora Pappalardo y la burocracia de UTE, que en un principio se decían del lado de los estudiantes, se hicieron a un costado antes las primeras presiones del Ministerio de Educación. Libres del Sur y la Corriente Estudiantil Lobo Suelto, que al principio, unidos en la agrupación Crema, impulsaron la toma del colegio, no vacilaron en abandonar la medida cuando llegó la orden de desalojo. La experiencia demuestra que no es suficiente denunciar a Macri (mientras se hace silencio frente a la política del gobierno nacional): sólo un movimiento de lucha independiente de todos los gobiernos patronales será capaz de defender la educación pública.

Una lucha de todos

En marzo, la Coordinadora de Estudiantes Secundarios salió a recorrer los colegios de Capital con la consigna “¡Empadronate y luchá!”. Planteó la necesidad de que estudiantes y trabajadores nos uniéramos para defender la educación pública frente Macri, que presentó un presupuesto para la educación con nuevos y grandes recortes, que los kirchneristas aprobaron en la Legislatura. El mismo gobierno que deja que se caigan los techos, el que no le paga a los docentes, el que no pone gas en los colegios, va a decidir quién necesita becas; se hacía evidente que muchos chicos no recibirían el dinero que necesitan para poder estudiar. Ahora, finalizada la primera mitad del ciclo lectivo, lo confirmamos.

Los estudiantes continuaron la toma enfrentando los ataques del Ministerio de Educación, que incluso suspendió las clases en el terciario y el primario que funcionan en el mismo edificio, con el fin de enfrentar a los distintos sectores del movimiento estudiantil. Los medios de comunicación publicaron cualquier disparate. Estos ataques expresan el temor a que el resto de los colegios (que también sufre el derrumbe educativo) siga el ejemplo del Acosta y salga a las calles. Su intento fracasó, porque durante toda la semana el Normal 1, el Cerámica 1, el Moreno y el Lola Mora, entre otros, estuvieron en las calles denunciando la falta de becas; el Pellegrini, el Nacional de Buenos Aires, el Falcone y el Normal 7, expresaron su solidaridad y apoyaron con el cuerpo la gran lucha del Acosta.

Profundicemos la movilización

Después de cuatro días de toma, el CEsMA aceptó levantar la medida y movilizarse a la Fiscalía y luego a la Jefatura de Gobierno, donde se suponía que el ministro Narodowski se dignaría a recibirlo. La delegación que entraría a la reunión fue acompañada por una marcha de 300 personas de varios colegios y sectores en lucha. Pero el gobierno una vez más dio la espalda: no nos atendieron y la reunión que prometieron para el lunes siguiente fue suspendida.

Esperan que las dos semanas de vacaciones desmovilicen al estudiantado. Preparemos entonces una poderosa movilización de todos los colegios secundarios al regreso a clases para imponerle a los gobiernos de Macri y Cristina Fernández todas nuestras reivindicaciones. ¡Viandas y becas para todos los que las necesiten! ¡Reformas edilicias ya! Instalación inmediata de gas en todos los colegios.

¡Sigamos construyendo una gran Coordinadora de Estudiantes Secundarios para golpear como un solo puño a los gobiernos que derrumban la educación!