Políticas

30/8/2007|1007

Fraude

Todas las encuestas daban cómodamente ganador al gobierno. Sin embargo, este se empeñó en dar rienda suelta a todos los mecanismos de coacción y de atropellos. Su objetivo era barrer a la oposición, incluido impedir que el PO pudiera ingresar a la Legislatura. En los días previos, los punteros recorrían los barrios retirando los documentos de las personas que estaban anotadas en algún plan de viviendas o eran beneficiarias de algún plan social.


En las escuelas de los barrios se instalaron verdaderos kioscos donde los votantes debían retirar su documento y también el sobre con el voto (voto cadena) asegurando la votación. El reparto de bolsones y hasta de dinero a los votantes se hacía a la luz pública y de manera ostensible. Varias escuelas fueron verdaderas zonas liberadas, donde las autoridades (veedores, personal de seguridad) se ‘borraron’ para dejar el control a los punteros que expulsaban a los fiscales opositores, en particular los del PO.


Todo el escenario de los comicios fue caótico. Los punteros del oficialismo, pero también por propia confesión de fiscales santiagueños del MST, se ensañaron con los votos del PO para hacerlos desaparecer con diversos artilugios. A esto se sumaban todo tipo de impedimentos para que se pudiera realizar una efectiva fiscalización. Desde ya, en los lugares donde no había fiscales, el resultado del PO fue cero (ningún voto).