La Policía de Córdoba llevó a cabo el pasado fin de semana un discriminatorio operativo para evitar que dos chicas adolescentes se besaran en una plaza de la zona céntrica. Esgrimiendo que se trataba de “actos obscenos en la vía pública” y que su comportamiento estaba fuera de la “ética ciudadana”, una decena de agentes demoró y revisó a la pareja por más de una hora y media ante la mirada de curiosos y la queja de transeúntes que vieron la situación e intentaron defender a las adolescentes.

 

Este tipo de hecho discriminatorio no es casual ni único, en un país donde las leyes de matrimonio igualitario e identidad de género no se han traducido en mejoras materiales de las condiciones de vida del colectivo LGBTI.

 

Es importante destacar que en todos los hechos de violencia referidos a nuestro colectivo la complicidad de la policía ocupa un papel fundamental, legitimando la violencia y la discriminación, reflejando también la política que tiene el propio Estado frente a estos hechos.

 

La violencia en contra nuestro movimiento es algo de todos los días y está amparada por el propio Estado y sus instituciones. Los códigos de convivencia y contravencionales son las herramientas legales para seguir atacando y persiguiendo para legitimar la heteronorma y así criminalizar nuestras identidades.

 

Frente a la opresión que día a día se traduce en hechos como este y más graves, impulsemos la movilización masiva e independiente del Estado. Esta es la salida para conquistar cada una de nuestras reivindicaciones y derechos.

 

 Domingo 30, 17hs. Frente a la Jefatura de Policía (Colón y Santa Fe) al #BESAZO